Las clases adineradas de
todo el mundo tienen claro cómo defender sus intereses, cómo incrementar la
explotación y la productividad (sus ganancias) en un momento inédito de
creciente desempleo, desaceleración económica y creciente conflicto social. Sus
organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial; por intermedio también de sus calificadoras de riesgo de la bolsa y
los especuladores financieros, hacen un gran lobby político para imponer
ajustes económicos en cada país en tres esferas diferentes:
A) Los presupuestos
estatales mediante recortes y privatizaciones; B) el régimen de explotación
contra la clase trabajadora, a través de los congelamientos salariales y el
recrudecimiento de las jornadas laborales; C) y mejorar la recaudación fiscal
con nuevos impuestos, eso sí, sin tocar a los evasores que abundan en las filas
de las clases adineradas.
La situación política de Costa Rica no da buenas señales para la
burguesía
Costa Rica vive una
situación muy peculiar. Recién hace unos pocos meses el candidato oficialista
del PLN, Johnny Araya, renunciaba a la contienda electoral. El candidato
ganador, Luis Guillermo Solís, del PAC, ganó aplastantemente con 1 millón 300 mil votos. La votación más alta de toda
la historia de Costa Rica para una elección.
Sin embargo, una vez
entrado el gobierno, el tono de concertación y diálogo mostró el verdadero
rostro del PAC, que de manera inflexible trató de desgastar la huelga del
Magisterio Nacional, dando las primeras señales de incapacidad para resolver
los problemas que heredó del gobierno de Chinchilla.
No pasó mucho tiempo y
también salieron a la luz los escándalos de enriquecimiento en Casa
Presidencial, que costó la renuncia de uno de los asesores, así como los
crecientes cuestionamientos al Ministro de Presidencia por sus amarres con la
Iglesia Luterana. Por último, y no menos importante, la gran debilidad de la
bancada del PAC en la Asamblea Legislativa, que es la segunda más fuerte pero
una de las más divididas, como lo evidencian los pleitos de Otón Solís contra el
diputado cuestionado Víctor Morales y sus defensores del poder ejecutivo, lo
cual ha encharcado los planes del PAC en media Comisión de Hacendarios.
La debilidad del gobierno y de la oposición para aplicar el ajuste
A las flaquezas del
gobierno le debemos sumar la debilidad del conjunto de los partidos de la
burguesía (PAC, PLN, PUSC, Libertario, Cristianos…) para cumplir con los
lineamientos de los organismos internacionales, que presionaron fuertemente
para que se recortara el presupuesto nacional del 2015 (alrededor de 7 billones
900 mil millones de colones).
Si finalmente se llega a
un acuerdo en la sesión del 16 de octubre de la Comisión de Hacendarios de la
Asamblea Legislativa, a fin de recortar 297 000 millones de colones, es en
medio de fuertes roces entre las bancadas legislativas, ya que el recorte se
quería hacer sin alborotar mucho el panal del sector público. Se dejó de lado,
por ejemplo, una disminución de 4 000 millones de colones en el Fondo Especial
para la Educación Superior (FEES), reflejando la importancia para el PLN y el
PUSC del clientelismo político en este sector.
Ninguno de los actores
políticos en la Asamblea Legislativa tiene la suficiente fuerza para imponer a
los demás un recorte coherente del presupuesto, ni tienen tampoco la solidez
para enfrentar el costo político de la aplicación de estos planes de recorte al
sector público y la imposición de nuevos impuestos como el Impuesto de Valor
Agregado (IVA). Menos aún, la determinación de renunciar a pequeños privilegios
como las partidas diputadiles, que les
permiten mantener el andamiaje de clientelismo y chorizos.
En este marco de
vacilación, los roces se trasladaron al mismo gobierno, con un enfrentamiento
cada vez más duro, entre Luis Guillermo Solís y el ahora diputado Otón Solís,
que ha recibido felicitaciones de la Nación y otros sectores de la burguesía,
por reclamar coherentemente recorte violento al presupuesto.
Un pequeño recorte, del 1%, sumamente grave
Por lo que señalamos
anteriormente, pareciera que el recorte es insignificante. De los 297 000 millones
de recorte, sólo 97 000 millones de colones corresponden a gasto corriente de
las instituciones del gobierno central. Otros 100 000 millones de colones eran
para el pago de intereses de la deuda (que simplemente se posponen), y un monto
similar para el flujo de caja (solventable con maniobrillas financieras).
Podría pensarse que el
gobierno logró capear el recorte, deseoso de mantener la estabilidad social y
económica, y apostando a la política de aumentar los ingresos para reducir el
déficit fiscal.
En realidad, este “pequeño
recorte” sienta un precedente brutal. Al Ministerio de Educación Pública se le
rebajan 13 500 millones y al MOPT unos 10 000 millones, mientras se mantiene
incólume el aumento en los gastos de “seguridad” y casi 300 000 millones
destinados a las famosas asesorías con que se premia a los amigos de los
jerarcas de las diferentes instituciones. En el caso del MEP, los rubros por
donde va el recorte (10 500 millones de las Juntas de Educación y
Administrativas, 2000 millones de la Fundación Omar Dengo y 1000 millones de
Servicios Generales) ponen en evidencia una voluntad de frenar el gasto en
Educación. Los presupuestos para que funcionen las escuelas y los colegios van
a ser muy afectados, obligando a recurrir a las contribuciones de los padres de
familia y actividades para recaudar fondos como los bingos.
Como conclusión, nos
parece que el gobierno no tocó a fondo el presupuesto nacional, esperando
definir un plan coherente para introducir el IVA y nuevos impuestos. Si el
ingreso fiscal no mejora en los próximos meses, sin lugar a dudas el gobierno
sub-ejecutará gastos en el presupuesto del 2015 para “ahorrar”. Lo que pone en
evidencia el PAC con el pequeño recorte que hizo al presupuesto nacional, es la
voluntad de golpear el gasto en Educación y Salud si es necesario.
Levantemos un plan de rescate de la clase trabajadora para enfrentar el
desempleo y la crisis
·
Frenemos
el ajuste de los ricos contra los pobres
·
Emplacemos
al Frente Amplio para que defienda un plan independiente y a favor de las
clases populares
El hueco en las finanzas
públicas aparentemente es muy serio, un 6,7% del PIB, y podría crecer para el
año entrante. El ministro de Hacienda, Helio Fallas, en medio de la discusión del recorte, señaló varias veces,
sin embargo, que el monto de la evasión fiscal es superior a este faltante.
Aparentemente, para reducir el déficit, el PAC apuesta a mejorar la recaudación
fiscal.
En realidad, ningún sector
de la burguesía (y el PAC no es la excepción), tiene la intención de meter en
cintura a los grandes empresarios y transnacionales que defraudan al fisco. Si
fuera así, tendrían que impulsar medidas para sancionarlos fuertemente y en
esto es en lo que menos se piensa.
En la lógica predominante
en la burguesía, permitir que las grandes empresas defrauden al fisco, es un
mecanismo para “estimular” la inversión y el crecimiento económico. Los que
tenemos que sacrificarnos somos los de abajo: los trabajadores y el pueblo.
Solo el pueblo salva al pueblo
Debemos sacar las
conclusiones de la situación política actual y además identificar por donde
podemos encontrar una salida a favor de las clases populares. Las últimas
elecciones evidenciaron que sectores empobrecidos fuera del Valle Central, así
como gremios laborales y la juventud ven con simpatía opciones de izquierda
para enfrentar a “los mismos de siempre”. Y no es cuento, el crecimiento
exponencial del Frente Amplio, que pasó de 1 a 9 diputados, nos indica que las
coordenadas políticas se reubican hacia nuevas direcciones.
Por lo anterior creemos
pertinente emplazar al Frente Amplio para que se distancie de los planes de
ajuste que los ricos y los organismos internacionales tratan de pactar en
Cuesta De Moras, y que junto a las organizaciones comunales y de trabajadores
impulsemos un plan de rescate a favor de la clase obrera y popular: Proponemos
a continuación algunos de los puntos que debe contemplar dicho plan:
1. Incautación de bienes y cárcel a los
evasores fiscales: Todos los partidos burgueses se alarman por el “gasto
público” pero ni se sonrojan cuando denunciamos que el principal problema es la
evasión fiscal. Según las cifras conservadoras del Ministerio de Hacienda, la
evasión del pago del impuesto sobre las ventas creció de un 2% del PIB en
el 2010 a un 2,1% en el 2012, rondando hoy la evasión el 7,75% del PIB,
suficiente dinero para cubrir el déficit fiscal.
2. Renacionalización de la Banca para el
impulso de obras públicas y desarrollo, a través de planes de construcción de
vivienda, modernización del transporte público a través de una red de trenes
que interconecte toda la Gran Área Metropolitana y el mejoramiento de la
infraestructura vial.
3.
Rescate de
la Caja Costarricense del Seguro Social: A través del reclutamiento de los
cientos de graduados en las ciencias médicas que hoy se encuentran en el desempleo,
para llevar servicios de salud a todo el país. Asimismo el decreto de la jornada
vespertina para terminar con las largas listas de espera.
4.
Alto a la
guerra en nuestros barrios mediante la organización de las comunidades
contra las bandas criminales y la policía corrupta. Estamos hartos de que
personas inocentes sufran por el fuego cruzado entre sicarios, como
recientemente se evidenció en La Carpio donde murió una niña de 4 años.
5.
Reforma
educativa radical: Moratoria a las carreras de educación en las
universidades privadas ante el saturado mercado laboral. El subempleo en el Magisterio Nacional está llevando a la
desesperación a miles de docentes que no pueden obtener suficientes lecciones
para completar un salario digno y sustentable para enfrentar el alto costo de
la vida. Proponemos que se reduzcan los grupos en escuelas y colegios a un
máximo de 20 estudiantes por clase, se extienda a áreas rurales la educación
pre-escolar y se construyan las aulas,
bibliotecas y laboratorios necesarios. El 8% del PIB que constitucionalmente
corresponde a la educación, se puede alcanzar si se obliga a pagar el impuesto
sobre la renta a escuelas y colegios privados.
6. Reactivación del agro costarricense a
partir de la creación de Consejos Regionales de Producción bajo control de
indígenas, trabajadores y campesinado pobre. Con estos organismos de poder
popular poner a producir las tierras ociosas y en disputa en favor del pequeño
productor nacional, contra los terratenientes y acaparadores de tierra.
7. Recuperación de la soberanía nacional a
través de un plan de telecomunicaciones y puertos. Nacionalización de todas las
plantas de cogeneración eléctrica que le venden cara la energía al ICE. Asimismo
un alto a la Terminal de Contenedores de Moín, y profundizar los planes de
modernización del Muelle Alemán de Limón, y la recuperación de los Muelles de
Caldera bajo el control de la comunidad y trabajadores.
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