La Juventud
Revolucionaria, destacamento juvenil del Partido Revolucionario de las
Trabajadoras y los Trabajadores (PRT), saluda con entusiasmo la realización del
Encuentro por un Estado Laico.
Este Encuentro
se da como fruto de un avance sostenido del movimiento LGBTTI en el desarrollo
de luchas concretas, gracias a una serie de sectores organizados que son ejemplo
de tenacidad y lucha. Este movimiento ha forjado una cultura de respuesta a las constantes muestras de
violencia y rechazo al ejercicio libre de su amor. De hecho, han dado muchas lecciones al resto
de movimientos sociales, en cuanto a crecimiento y fortalecimiento.
En
ese contexto, la mayoría de grupos políticos se han realineado para volverse
más “amistosos” con algunas de las demandas de la comunidad LGBTTI. Inclusive,
el mismo gobierno conservador de Chinchilla, ha planteado que está dispuesto a promover el
proyecto de sociedades de convivencia, pero admiten las trabas que se podrían
desatar en la Asamblea Legislativa. De alguna manera lavándose las manos sobre el trajín legislativo, que está
por cierto muy embrollado. El Ejecutivo
tapa así con un dedo el papel que jugó
para que el cavernario Justo Orozco llegara al puesto donde tiene cancha
abierta para obstaculizar este proyecto,
como lo hace y hará.
Nos
encontramos a dos años de que se realicen las elecciones presidenciales, sin
embargo, la carrera por alcanzar la
preciada silla han comenzado con fuerza. Así las cosas, a lo interno de
los partidos de la burguesía se ha desatado la ambiciosa carrera por la cúspide
presidencial, y por ende el despliegue de sus mañas clientelistas. La comunidad LGBTTI no escapa de esta carrera
y hoy más que nunca debe estar atenta y hablar francamente sobre la forma en
que pretenden ser manipulados sus intereses.
En ese marco,
hay que subrayar que la opresión patriarcal contra las mujeres, especialmente
aguda contra las mujeres trabajadoras,
tiene la misma raíz que la opresión contra las personas con opciones
sexuales que se apartan del molde de la familia nuclear y socavan la
heterosexualidad compulsiva, ya que éstas atentan contra la dominación del
patriarcado, funcional al capitalismo, en el que la mujer es esclava doméstica,
objeto sexual y máquina reproductiva, sometida al patriarca, los hijos e hijas
a los padres, y las lesbianas y homosexuales son obligadas y obligados a vivir
“en el armario”, negando u ocultando su sexualidad y sus afectos.
Así como luchamos
por el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y sobre su
maternidad, las lesbianas, los homosexuales, bisexuales, transgéneros,
transexuales, intersexo, tienen el derecho de ejercer libremente y sin
prejuicios su orientación sexual y su afectividad.
Asimismo, las
y los feministas socialistas que asumimos plenamente las luchas del movimiento
lésbico-gay, al mismo tiempo, advertimos que la opresión contra la población
LGBTTI, no se extinguirá solamente con reformas legales, que para eso se hace
necesaria la organización y la acción que entrelace la lucha por la igualdad y
contra la discriminación, con la derrota del sistema capitalista patriarcal.
Gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, transexuales y mujeres trabajadoras
heterosexuales, tenemos el mismo enemigo común: el sistema capitalista
patriarcal.
Mientras
exista patriarcado, y mientras exista sistema capitalista, ni la liberación de
la mujer ni la de las minorías sexuales será posible. Por ello insistimos en
que la unidad de todos los y las oprimidas, junto a la clase trabajadora que
lucha contra la explotación capitalista, marca el camino y es la estrategia
para la emancipación definitiva. Desde ese posicionamiento planteamos los
siguientes ejes para la discusión.
1. Plenos derechos para la unión
civil de parejas del mismo sexo, no basta con el proyecto de las sociedades de convivencia, es
necesario una proyecto que implique una reforma al Código de Familia,
legalizando y tutelando otros tipos de
familias diferentes a la familia nuclear y heterosexista compulsiva.
2. Derecho a la adopción para las parejas del mismo sexo
3. La consigna general de Estado laico por sí solo, no es garantía. Debemos
pelear en concreto hoy por la derrota del Concordato con el Vaticano, que de
mantenerse, aún si se modifica la Constitución para que formalmente diga que es
un Estado Laico, sería un simple gesto vacío, si al mismo tiempo se le otorga a la Iglesia
aún más privilegios y negociados,
mediante el Concordato.
4. Educación sexual democrática, científica, libre. Fuera manos de las
Iglesias de la educación pública.
5. Apoyar el conjunto de demandas de las mujeres, en especial las
trabajadoras madres cabezas de familia: fecundación in vitro, red de cuido,
igualdad salarial, subsidio a la madre soltera, madres adolescentes, excarcelación
de las madres con hijas e hijos menores de edad, derecho a la interrupción
voluntaria del embarazo,
6. Plenos derechos para las trabajadoras sexuales, transgéneros y
transexuales, acceso a la seguridad social y la salud sexual y reproductiva
para las trabajadoras sexuales, transgéneros y transexuales, etc., y combate a
toda forma de trata y esclavitud sexual
JUVENTUD REVOLUCIONARIA- P.R.T.
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