martes, 9 de octubre de 2012

Por un programa para la liberación de la mujer y la población LGBTTI


La Juventud Revolucionaria, destacamento juvenil del Partido Revolucionario de las Trabajadoras y los Trabajadores (PRT), saluda con entusiasmo la realización del Encuentro por un Estado Laico.
Este Encuentro se da como fruto de un avance sostenido del movimiento LGBTTI en el desarrollo de luchas concretas, gracias a una serie de sectores organizados que son ejemplo de tenacidad y lucha. Este movimiento ha forjado una cultura de respuesta a las constantes muestras de violencia y rechazo al ejercicio libre de su amor.  De hecho, han dado muchas lecciones al resto de movimientos sociales, en cuanto a crecimiento y fortalecimiento.
En ese contexto, la mayoría de grupos políticos se han realineado para volverse más “amistosos” con algunas de las demandas de la comunidad LGBTTI.  Inclusive,  el mismo gobierno conservador de Chinchilla,  ha planteado que está dispuesto a promover el proyecto de sociedades de convivencia, pero admiten las trabas que se podrían desatar en la Asamblea Legislativa. De alguna manera lavándose las manos sobre el trajín legislativo, que está por cierto muy embrollado.  El Ejecutivo tapa  así con un dedo el papel que jugó para que el cavernario Justo Orozco llegara al puesto donde tiene cancha abierta para obstaculizar este proyecto,  como lo hace y hará.
Nos encontramos a dos años de que se realicen las elecciones presidenciales, sin embargo, la carrera por alcanzar la preciada silla han comenzado con fuerza. Así las cosas, a lo interno de los partidos de la burguesía se ha desatado la ambiciosa carrera por la cúspide presidencial, y por ende el despliegue de sus mañas clientelistas.  La comunidad LGBTTI no escapa de esta carrera y hoy más que nunca debe estar atenta y hablar francamente sobre la forma en que pretenden ser manipulados sus intereses.
En ese marco, hay que subrayar que la opresión patriarcal contra las mujeres, especialmente aguda contra las mujeres trabajadoras,  tiene la misma raíz que la opresión contra las personas con opciones sexuales que se apartan del molde de la familia nuclear y socavan la heterosexualidad compulsiva, ya que éstas atentan contra la dominación del patriarcado, funcional al capitalismo, en el que la mujer es esclava doméstica, objeto sexual y máquina reproductiva, sometida al patriarca, los hijos e hijas a los padres, y las lesbianas y homosexuales son obligadas y obligados a vivir “en el armario”, negando u ocultando su sexualidad y sus afectos.
Así como luchamos por el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y sobre su maternidad, las lesbianas, los homosexuales, bisexuales, transgéneros, transexuales, intersexo, tienen el derecho de ejercer libremente y sin prejuicios su orientación sexual y su afectividad.
Asimismo, las y los feministas socialistas que asumimos plenamente las luchas del movimiento lésbico-gay, al mismo tiempo, advertimos que la opresión contra la población LGBTTI, no se extinguirá solamente con reformas legales, que para eso se hace necesaria la organización y la acción que entrelace la lucha por la igualdad y contra la discriminación, con la derrota del sistema capitalista patriarcal. Gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, transexuales y mujeres trabajadoras heterosexuales, tenemos el mismo enemigo común: el sistema capitalista patriarcal.
Mientras exista patriarcado, y mientras exista sistema capitalista, ni la liberación de la mujer ni la de las minorías sexuales será posible. Por ello insistimos en que la unidad de todos los y las oprimidas, junto a la clase trabajadora que lucha contra la explotación capitalista, marca el camino y es la estrategia para la emancipación definitiva. Desde ese posicionamiento planteamos los siguientes ejes para la discusión.
1.    Plenos derechos  para la unión civil de parejas del mismo sexo, no basta con el proyecto  de las sociedades de convivencia, es necesario una proyecto que implique una reforma al Código de Familia, legalizando y tutelando  otros tipos de familias diferentes a la familia nuclear y heterosexista compulsiva.
2.    Derecho a la adopción para las parejas del mismo sexo
3.    La consigna general de Estado laico por sí solo, no es garantía. Debemos pelear en concreto hoy por la derrota del Concordato con el Vaticano, que de mantenerse, aún si se modifica la Constitución para que formalmente diga que es un Estado Laico, sería un simple gesto vacío, si  al mismo tiempo se le otorga a la Iglesia aún  más privilegios y negociados, mediante el Concordato.
4.    Educación sexual democrática, científica, libre. Fuera manos de las Iglesias de la educación pública.
5.    Apoyar el conjunto de demandas de las mujeres, en especial las trabajadoras madres cabezas de familia: fecundación in vitro, red de cuido, igualdad salarial, subsidio a la madre soltera, madres adolescentes, excarcelación de las madres con hijas e hijos menores de edad, derecho a la interrupción voluntaria del embarazo,
6.    Plenos derechos para las trabajadoras sexuales, transgéneros y transexuales, acceso a la seguridad social y la salud sexual y reproductiva para las trabajadoras sexuales, transgéneros y transexuales, etc., y combate a toda forma de trata y esclavitud sexual
JUVENTUD REVOLUCIONARIA- P.R.T.

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