lunes, 4 de junio de 2012

EN EL 35 ANIVERSARIO DEL PRT: NUESTRA PROPUESTA REVOLUCIONARIA

Por David Morera Herrera

Es difícil expresar el cúmulo de emociones  que nos embargan con ocasión de la conmemoración de 35 años de lucha del P.R.T., 35 años de empeñar la vida entera, con perseverancia y pasión, en procura  de construir la herramienta revolucionaria indispensable que las y los trabajadores y el pueblo urgentemente necesitan para acabar con el capitalismo cada vez más depredador, que amenaza con hundirnos en el abismo.

A pesar de tantos quebrantos y adversidades, es extraordinariamente reconfortante encontrarnos una vez más en esta trinchera con camaradas que han sido y son más que hermanos y hermanas, en esta ardua batalla. Porque creemos firmemente que no hay nada que realice más al ser humano, que romper con la estúpida rutina, el mezquino egoísmo y la enajenación que impone el sistema, no hay nada más hermoso y creativo, que dedicar  la vida  al combate por la revolución socialista. Cierto: hay múltiples peligros y acechanzas, pero no hay nada que se compare a ver y sentir, en el fragor de la lucha de clases, como recuperan su autoestima robada por siglos, cómo levantan su frente en alto, las obreras doblemente oprimidas, los humillados y ofendidos,  que en las huelgas más duras y en los desalojos, muestran la solidaridad y la fraternidad más sólida que existe, la que se forja en la lucha contra toda forma de injusticia.

Ingresé a las filas del PRT a la edad de 17 años, hace treinta años, poco después de la fundación de Liga Internacional de las y los Trabajadores- IV Internacional (LIT-CI). Desde entonces me he mantenido en esta brega nacional e internacional, por lo que comprenderán que el acto del 35 aniversario del PRT toca las fibras más profundas de mi vida.  Pero más allá de las pequeñas biografías personales, que no son más que parte de una construcción colectiva, llevan profunda razón los camaradas colombianos que destacan en su saludo que nuestra historia no se entiende, que nuestra  existencia misma no se explica, si no es en el marco de la corriente internacional que hoy se agrupa en la LIT-CI. Codo a codo, hemos aprendido entrañablemente que un partido que se precie de revolucionario que ante todo no está al servicio de la construcción internacional, no es en realidad un partido revolucionario, porque como decía Marx: la lucha de clases es internacional en su contenido y es nacional solamente en su forma.

¿Cuál es el balance de estos 35 años de lucha?

Un compañero sometido a múltiples dudas y problemas, recientemente nos preguntaba si dedicar todos estos años a tratar de construir el PRT han valido la pena. Cuestionaba que, pese  a los avances, seguimos siendo un grupo relativamente pequeño, frente a la fuerza descomunal de nuestros feroces enemigos de clase: el imperialismo, la burguesía de todo pelaje, la burocracia sindical traidora. ¿Será que en verdad somos muy sectarios, y debemos moderar nuestra política, para ser más aceptables? ¿será que es mejor buscar atajos?

Nuestra respuesta es la siguiente: En primer lugar: el camino revolucionario para nada  es un camino de rosas, es un camino muy escarpado, sumamente tortuoso, porque, como decía Trotsky,  solamente en los momentos espectaculares de profunda conmoción y crisis política, el sentido común de la gente se modifica, la modorra de la subsistencia cotidiana se sacude, y solo así es posible que las y los revolucionarios capten la atención de las grandes masas, para que rompan con siglos de prejuicios y telarañas ideológicas del sistema que los esclaviza y embrutece.

En segundo lugar, en verdad  hemos ganado mucho terreno en estos 35 años. Tenemos razones para sentirnos orgullosos.

El trotskismo en Costa Rica y Centroamérica nace  a mediados de los setenta, cuando la escena de la izquierda estaba copada completamente por el stalinismo y las direcciones guerrilleristas; surge pues  en condiciones de mucha marginalidad y exclusión en el seno mismo de la izquierda. 35 años después, más allá de nuestras carencias y errores, podemos decir con certeza que hemos mantenido una trayectoria consecuente, mientras otras denominaciones de izquierda han desaparecido, han renegado o sencillamente han capitulado, limitando su horizonte a ponerle parches a un sistema capitalista cada vez más depredador y descompuesto. 

La caída de los regímenes stalinistas mal llamados socialistas de la antigua Unión Soviética y Europa del Este, no nos desmoralizó, porque nos afirmamos firmemente en los principios que nos legó la IV Internacional de León Trotsky, la lucha sin cuartel por la democracia obrera y contra la burocracia totalitaria, el internacionalismo consecuente, la independencia de clase, la teoría y el programa de la revolución permanente,  pilares que nos permitieron sobrevivir  a la desbandada de la izquierda que cundió en los noventa, cuando los corifeos del capitalismo proclamaron alegremente el “fin de la Historia”, y “la muerte del socialismo”.

Pero además no nos limitamos a sobrevivir, el PRT, con paciencia y dedicación,  ha logrado una inserción importante en el movimiento obrero, testimonio de ello es la presencia acá de buena parte de los mejores dirigentes sindicales clasistas del país.

Y por último sin ninguna mezquindad debemos decir que más allá de nuestras diferencias, el conjunto del movimiento trotskista en Costa Rica tiene una intervención clave en la juventud y los sectores luchadores, tal es  el caso claramente de los compañeros y compañeras del PT, con los que no perdemos la esperanza de unificar nuestras fuerzas en un día no muy lejano

Por ello sin duda alguna estos 35 años no han sido en vano, y nos permiten hoy ser un referente para las y los luchadores que quizás nos ven con simpatía, pero no nos siguen todavía, algunos por ilusiones en salidas reformistas, pero  que nos miran como referente, nos escuchan y respetan nuestra trayectoria y capacidad de lucha.

Y debemos resaltar acá que la solidez de un partido no solo se limita a sus principios teóricos, a la corrección  de sus análisis  o al acierto de su línea política, un ingrediente fundamental del que el PRT se enorgullece es su moral revolucionaria. Porque si no se forjan lazos de hermandad indestructibles y honestos entre compañeros y compañeras, sencillamente no se puede resistir con firmeza la embestida del enemigo.

Las características medulares de la alternativa que estamos construyendo

Reivindicando lo anterior, ahora es preciso enfocase en la actualidad. Primero: ¿cómo vemos el panorama? Segundo: ¿cuáles son nuestras propuestas y tareas centrales?

En cuanto a lo primero, tal como lo expresa en su saludo el Secretariado Internacional de la LIT-CI, estamos ante una crisis colosal del sistema capitalista mundial que amenaza con hundir en la miseria a las grandes masas de la humanidad, y que se refracta en este país con una ofensiva brutal contra el salario, la estabilidad laboral y los derechos de las y los trabajadores y el pueblo.

Sin embargo, esta ofensiva choca con una resistencia cada vez más fuerte de los de abajo en todo el mundo. Y Costa Rica no es la excepción. Se abren así enormes oportunidades para desarrollar la alternativa revolucionaria, pero  en ese sentido, la primer pregunta que hay que responder es: ¿qué perfil, que características debe tener esa alternativa?

Para nosotros esa alternativa  debe procura aglutinar  centralmente a los sectores obreros más explotados, con absoluta independencia de clase, pero a la vez incorporar a la alianza revolucionaria la fuerza y las  demandas de todos los sectores oprimidos y las banderas más urgentes de la humanidad, como la bandera del feminismo socialista desde la trinchera y el liderazgo de la mujer trabajadora, y también la bandera del ecologismo radicalmente anticapitalista. Esos aspectos deben incorporarse  a nuestro programa histórico, pero sin perder ni un instante la brújula de clase, indicando a todos los sectores que luchan que solo con la revolución socialista se podrán resolver de raíz los grandes problemas de la humanidad, desde la alimentación, la salud, la  educación, los problemas  medioambientales (literalmente de vida o muerte), hasta los de la opresión sexual y de género.

Las dos tareas centrales que hoy les proponemos a las y los luchadores

Partiendo de ese contexto y propuesta, creemos que en el país se están dando condiciones para una revancha en toda la línea del movimiento obrero y popular, para tratar de remontar  la resaca que provocó  la derrota que sufrimos mediante el fraude concertado en la lucha contra el TLC el 7 octubre del 2007.

El Gobierno de  Chinchilla es sumamente débil y errático, las pugnas de las distintas camarillas burguesas por hacerse del botín de las aperturas y las concesiones de obra pública, están tensionando al máximo al régimen político.

El gran desafío que tenemos es lograr que el movimiento obrero y popular retome  la ofensiva. En tal sentido el PRT lanza dos grandes tareas para debatirlas con todos los y las luchadoras:

Primero: en el plano sindical y popular, construir un polo clasista y combativo, que desplace a las dirigencias sindicales burocráticas que una y otra vez entregan las huelgas y pactan traiciones con los patrones y gobiernos,  como quedó en evidencia en la pasada negociación salarial. Indicó que desde la CGT estamos haciendo un esfuerzo en ese sentido, pero vemos con alegría que además hay otras organizaciones de peso que tienden a orientarse en esa misma dirección, por ejemplo, la APSE y SINTRAJAP. Señaló que esa coincidencia política en torno a la necesidad de luchar frontalmente contra la arremetida de los gobiernos de turno, no se puede limitar a una simple unidad en la acción, episódica,  requiere una unidad orgánica, requiere confederarse. Segundo: Lo anterior debe ser congruente y traducirse también en el plano político en la urgente necesidad de forjar, sin ningún sectarismo y mezquindad, un  Frente Unitario de la  Izquierda Clasista y de las y los Trabajadores, para oponerlo a quienes siguen el callejón sin salida del reformismo y la conciliación de clases, alentando falsas ilusiones en la  Alianza por Costa Rica. Este Frente debe servir centralmente para impulsar y unificar las luchas y en segundo término, para tener también una intervención común en el plano electoral, con independencia plena de las alternativas burguesas y reformistas.

Solo prometemos luchar sin tregua

Concluimos  afirmando que en efecto ha costado mucho mantener viva la bandera roja de la clase obrera y el marxismo revolucionario en medio del vendaval oportunista que corroe a la izquierda pequeñoburguesa que pulula en los medios académicos. Pero hoy soplan vientos frescos que hacen que el péndulo de la historia empiece a virar en el sentido de posibilitar nuevas revoluciones en el horizonte. No está asegurado, es una posibilidad, depende mucho de los que hagamos.  Si la izquierda y las y los trabajadores no están a la altura del desafío, podríamos asistir más bien  a un reverdecer del neofacismo y las dictaduras, con consecuencias horripilantes para el futuro de nuestra especie y del planeta. En fin todo depende de la acción consciente y organizada que podamos desarrollar y madurar al calor de la lucha de clases.

Nuestra convicción inquebrantable no parte de una profecía religiosa ni de un destino manifiesto. Hacemos nuestras las palabras de nuestro maestro Nahuel Moreno: “Nosotros no  creemos que la  revolución socialista sea inevitable. Pero no hay ningún dios que diga que no podamos hacerla. Lo único que sabemos es que para ello debemos luchar con rabia para triunfar”.

2 comentarios:

  1. Excelente iniciativa.. Saludos de un Ex PRT-ERP (Argentina) me alegra ver que en Costa Rica haya un partido con esas siglas PRT..... Santucho Vive!!!

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  2. Excelente iniciativa.. Saludos de un Ex PRT-ERP (Argentina) me alegra ver que en Costa Rica haya un partido con esas siglas PRT..... Santucho Vive!!!

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