martes, 13 de junio de 2017

LA HUELGA DE LA APSE EL 27 DE JUNIO ¿IRÁ A SER UNA MEDIDA DE LUCHA EFECTIVA?



El viernes dos de junio, la dirigencia de la APSE convocó a una Asamblea de Presidentes de Base, para definir un día de huelga:

“Los motivos para esta convocatoria a un día de protesta son:
1. Denunciar la política de sobrecarga laboral impuesta por el MEP debido al excesivo papeleo. Los trabajadores docentes han sido claros en que desean trabajar y brindar su máximo aporte en aspectos educativos, pero el excesivo papeleo y les impide desempeñarse de lleno a la enseñanza y los obliga a dedicar tiempo a la burocracia.
2. Exigir el derecho a la negociación colectiva y denunciar la política anti-sindical del MEP contra la APSE.
3. En contra del aumento de la cuota obrera al régimen de pensiones del IVM.
4. Por la aprobación del proyecto 17.561 que busca que los trabajadores de la educación que están en el régimen de pensiones de la CCSS sean trasladados al régimen de JUPEMA.
5. Por la lucha de un aumento salarial digno para el segundo semestre 2017.
6. Pago y puntual de la Zona de Menor Desarrollo.
7. Exigir al MEP la restitución de oficio de los montos rebajados a los salarios de quienes se sumaron a la huelga del 1 de setiembre de 2015, en consonancia con la sentencia del Tribunal de Trabajo de Menor Cuantía. (Comunicado pág. WEB)

La dirigencia de la APSE ha tenido algunos reveses muy serios en el último mes y el 20 de julio hay elecciones nacionales para renovar la Junta Directiva.  Por no haber apelado a la movilización de las bases para impulsar la negociación de una nueva convención y tratar de hacer equipo en este sentido con las dirigencias de la ANDE y del SEC, el MEP  prorrogó la convención del SEC (muy limitada en sus alcances y costo económico) y con la complicidad de las dirigencias del SEC y la ANDE no pudieron ser firmantes y por tanto quedaron excluidos  de cualquier negociación sobre aspectos de la misma, como el pago de la zona de menor desarrollo.

Peor aún, para agravar las cosas, el jueves 1º terminaron casi a golpes con Pablo Zúñiga, Asesor Legal de la Ministra, que les había abierto las puertas del MEP por tener amistad con algunos dirigentes de la APSE cuando eran militantes de Vanguardia Popular.

En este marco, el llamado a un día de huelga es una medida limitada y sin continuidad por la salida a vacaciones de quince días, medida que más que el inicio de una lucha efectiva por las reivindicaciones que se levantan, pareciera estar destinada a recordarle a los jerarcas del MEP que no pueden dejar de contar con ellos y dar la impresión a las bases de la APSE de que el Movimiento Honestidad continúa siendo una dirigencia de lucha.

Una lucha seria por el reajuste salarial del segundo semestre (la reivindicación más importante entre las que se levantan para el movimiento) no se puede encarar sin ninguna política para sumar a otros sectores del movimiento sindical, por la resistencia que va a hacer el gobierno a cualquier reajuste salarial que se acerque a la inflación real. Tampoco, sin precisar cuál es el monto del reajuste por el que se va a luchar.

La dirigencia de la APSE le pagó casi 7 millones de colones al señor Mario Vindas, ex-asesor de Garnier cuando presidía el MEP, por elaborar una propuesta salarial que finalmente terminó siendo la fórmula con la que se le paga al sector privado: la inflación proyectada en el siguiente semestre con base en el Índice de Precios al Consumidor más un % por el crecimiento del PIB. Categóricamente afirmamos que mientras esta sea la política salarial de la APSE, no se va a contener la erosión de nuestro salario. A nadie se le escapa que los porcentajes del reajuste semestral por inflación en el sector privado no están muy lejos de los porcentajes rondando el 0% a que nos han acostumbrado en el sector público. El IPC es manipulado para reconocer un porcentaje de inflación dos o tres puntos por debajo de la inflación real.

Urge que se defina con técnicos no neoliberales, el porcentaje de inflación real y el deterioro acumulado de nuestro salario. Si realmente se quiere dar la lucha salarial, esto es un prerrequisito.

Así como buscar la unidad de acción con otros sectores del movimiento sindical. Lamentablemente, por la prepotencia que los caracteriza, los dirigentes de la APSE han creado fricciones y rivalidades burocráticas con todas las cúpulas sindicales.

Si la dirigencia de la APSE tiene voluntad de luchar, debería trasladar la movilización para el 29, para coincidir con el BUSSCO y multiplicar la fuerza de la movilización. El expediente de fragmentar las luchas sólo le sirve al gobierno. Hay que movilizarse a la huelga y exigir eso sí que se le dé continuidad a la lucha, para que el día de huelga no se convierta en un episodio efímero, en función de los intereses electorales del grupo en el poder en la APSE.

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