¿Viajar al Perú al matrimonio
del hijo del vicepresidente Liberman en un avión de una empresa sospechosa de
estar ligada al narco es “engaño” o falta de escrúpulos? Es evidente que algo
hay de las dos cosas. Laura Chinchilla ha hecho 15 viajes en aviones de
empresas privadas y en Casa Presidencial se ve como normal, lo que sin lugar a
dudas es parte de un tráfico de influencias.
Cuando se destapa la facilidad
con que el empresario colombiano Gabriel Ricardo Morales Fallón, sospechoso de
ser un mafioso ligado al narco de su país, entra en contacto con la cúpula de
Casa Presidencial, que por dos veces consecutivas acepta que les facilite un
avión para viajes presidenciales, queda claro que la Presidenta y sus
asesores no tienen mucho reparo en recibir con las puertas abiertas a cualquier
“inversionista” que aparezca con maletas llenas de dinero. Aún si se acepta la
versión oficial de que el colombiano se le presentó al Ministro de Comunicación
Francisco Chacón con otro nombre, y que no se le consultó adecuadamente al
viceministro de la
Presidencia Mauricio Boraschi, Comisionado anti-drogas, es
evidente que en el entorno de Laura Chinchilla le dieron acogida, y hasta
cubrieron de quien se trataba. Esta cercanía del narcotráfico a Zapote, se
explica por los negocios turbios que se tejen en Casa Presidencial, cuya
manifestación más descarada es la trocha paralela a la ribera del río San Juan.
El colombiano, como
representante de la empresa petrolera THX Energy, de supuesto capital
canadiense, debe de haber sido bien recibido por el interés de poner en
explotación los recursos petroleros que existen en Talamanca, o en la Zona Norte. Esta
empresa pareciera que juega un rol de intermediaria de las grandes
transnacionales del sector, que no son nada santas en las alianzas que tejen
con narcos, militares y gobiernos corruptos en muchas latitudes de América
Latina y África.
La corrupción que se encuba en
Casa Presidencial corroe toda la institucionalidad del país. Cada vez más el
recurso de Laura Chinchilla, envuelta con la bandera demagógica de la
seguridad, es recurrir a la criminalización de la protesta social… para que no
la critiquen.
Ante tanta podredumbre y
saqueo del país, la Asamblea Legislativa debe exigir la renuncia
inmediata de la Presidente
y todo su gabinete, y que se proceda a elecciones anticipadas cuanto antes. La
mafia corrupta no debe seguir un minuto más en el poder. Instamos
al diputado José María Villalta del Frente Amplio a presentar cuanto antes una
moción en este sentido.
Proponemos a
todas las organizaciones sindicales y populares, un Encuentro Unitario para
organizar la lucha para que Chinchilla y su gabinete renuncien, y por la
consecución de las demandas populares más apremiantes, organizando la
movilización para enterrar la ley de concesiones y los chorizos que se cocinan
en esa parrilla, como la concesión del megapuerto de Moín a la transnacional
holandesa APM Terminals, de la carretera Bernardo Soto, de la ruta 32 y
de los EBAIS. El pueblo trabajador está siendo duramente golpeado por el alza
del costo de la vida, hay que lanzar ya mismo la lucha por un reajuste salarial
de emergencia que recupere el poder adquisitivo de los salarios tanto en el
sector público como en el privado.
¡FUERA LA MAFIA CORRUPTA DE
ZAPOTE!
¡QUE SE VAYAN
LAURA Y SU GABINETE!
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