Para enterrar las concesiones
HAY QUE PREPARAR UNA HUELGA DE
BRAZOS CAÍDOS EN
OCCIDENTE
CON ACCIONES DE APOYO EN TODO EL
PAÍS
El chorizo de la
concesión de la carretera General Cañas - Bernardo Soto en su tramo hacia San Ramón, ha provocado una verdadera revuelta
popular el 11 de abril. Las comunidades de San Ramón, Palmares, Naranjo, Grecia
y Sarchí se movilizaron masivamente, cortando la vía en Palmares y San Ramón.
En Alajuela, el cerco policial en torno a la tribuna oficial, provocó el
repudio masivo de las madres y padres de familia que asistieron con sus hijas e
hijos al desfile, que apoyaron la movilización de condena a Laura Chinchilla.
Con el estilo
prepotente que caracteriza a la Presidenta, se retiró del sitio rápidamente, en
medio de empujones de sus guardaespaldas a las y los periodistas que trataban
de entrevistarla. Ni qué decir que la prensa ha aumentado la campaña contra la
concesión. Canal 7, reflejando los sectores empresariales que sienten que se
les van a encarecer los costos al elevarse el gasto en transporte, pidió
abiertamente que se rescindiera.
Figuras del PLN,
desde Bernal Jiménez, Presidente del partido (que quedó atrapado en su carro en
medio de los manifestantes y sintió en carne propia el repudio popular) hasta
los Araya (preocupados por el desgaste que puede sufrir la candidatura de
Johnny), han aislado aún más a la Presidenta y el Ministro de Obras Públicas y Transportes:
Pedro Castro, exigiendo que se revise la concesión.
En este marco en
que al gobierno se le comienza a abrir una seria crisis, hemos venido
planteando la necesidad de que las acciones se centralicen. La constitución de
una instancia de coordinación de toda la región que une a los diferentes
comités (el Foro de Occidente), debe ser el marco en el que se concrete esta
necesidad de unificar el movimiento. La tradición asamblearia que existe desde
la lucha contra el TLC debe servir para que la lucha sea conducida en
permanente consulta con las bases del movimiento, y para que ningún dirigente
se dispare por cuenta propia a negociar con el gobierno.
El movimiento
debe reivindicar su independencia con relación a los alcaldes y los munícipes
que dicen que están en contra de la concesión, pero que el gobierno quiere
utilizar para negociar algunos parches al contrato (vía adendum) y desmovilizar
la lucha.
La única forma
de terminar con el chorizo es enterrando de una vez por todas las concesiones y
para ello están dadas las condiciones, si se organiza, paralelamente a las
acciones legales emprendidas, una huelga de brazos caídos en Occidente. Una
acción de este tipo puede ser apoyada en el Atlántico (donde está la lucha
contra la concesión de un nuevo puerto en Moín), por las comunidades afectadas
con la concesión de los muelles de Caldera a los empresarios colombianos y de la
autopista a la transnacional Autopistas del Sol, por el movimiento estudiantil,
movimientos rurales como el de las y los compañeros de Matas de CR en lucha y
otros sectores como el movimiento sindical.
Hay que exigir
la destitución inmediata de Pedro Castro y hay que reivindicar que el MOPT
construya directamente las carreteras, porque se viene demostrando
reiteradamente que el costo es muchísimo menor. La carretera nueva de Cañas a
Liberia (con puentes, más carriles y en cemento) tiene la misma distancia y un
costo cuatro veces menor. El chorizo de la concesión a la brasileña OAS es puro
recarpeteo, y un negocio formidable, al dispararse los peajes a 4000 colones. La concesión es por 30 años (prorrogables por
otros 20), y se calcula que en menos de 4 años la empresa estaría recuperando
la inversión de $500 millones de dólares que alegan van a hacer, que se sabe de
antemano que está sobredimensionada.
Pero en este
nuevo episodio de chorizos, que se suma a la escandalosa trocha fronteriza y
muchos otros, se evidencia el mecanismo perverso de las concesiones, con las
que se avanza en las privatizaciones encubiertas y se fabrican colosales
negocios “compadre hablado” para los políticos empresarios. No solo hay que
acabar con la concesión de carreteras, hay que acabar también con las odiosas concesiones de los muelles de Caldera y del Caribe y las
concesiones de los servicios de la CCSS a empresas que lucran con la salud,
disfrazadas de cooperativas, como quedó al desnudo con la lucha en defensa de
los EBAIS de Montes de Oca, Curridabat y La Unión, en plena semana santa.
¡NO A LA CONCESIÓN, SI A LA CARRETERA!
¡FUERA EL MINISTRO CASTRO, ASESOR DE LA OAS
ANTES DE
PASAR AL MOPT!
¡ENTERREMOS LAS CONCESIONES!
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