domingo, 14 de abril de 2013

Editorial Bandera Roja


Para enterrar las concesiones

HAY QUE PREPARAR UNA HUELGA DE
BRAZOS  CAÍDOS EN OCCIDENTE

CON ACCIONES DE APOYO EN TODO EL
PAÍS

El chorizo de la concesión de la carretera General Cañas - Bernardo Soto en su tramo hacia  San Ramón, ha provocado una verdadera revuelta popular el 11 de abril. Las comunidades de San Ramón, Palmares, Naranjo, Grecia y Sarchí se movilizaron masivamente, cortando la vía en Palmares y San Ramón. En Alajuela, el cerco policial en torno a la tribuna oficial, provocó el repudio masivo de las madres y padres de familia que asistieron con sus hijas e hijos al desfile, que apoyaron la movilización de condena a Laura Chinchilla.

Con el estilo prepotente que caracteriza a la Presidenta, se retiró del sitio rápidamente, en medio de empujones de sus guardaespaldas a las y los periodistas que trataban de entrevistarla. Ni qué decir que la prensa ha aumentado la campaña contra la concesión. Canal 7, reflejando los sectores empresariales que sienten que se les van a encarecer los costos al elevarse el gasto en transporte, pidió abiertamente que se rescindiera.

Figuras del PLN, desde Bernal Jiménez, Presidente del partido (que quedó atrapado en su carro en medio de los manifestantes y sintió en carne propia el repudio popular) hasta los Araya (preocupados por el desgaste que puede sufrir la candidatura de Johnny), han aislado aún más a la Presidenta y el Ministro de Obras Públicas y Transportes: Pedro Castro, exigiendo que se revise la concesión.

En este marco en que al gobierno se le comienza a abrir una seria crisis, hemos venido planteando la necesidad de que las acciones se centralicen. La constitución de una instancia de coordinación de toda la región que une a los diferentes comités (el Foro de Occidente), debe ser el marco en el que se concrete esta necesidad de unificar el movimiento. La tradición asamblearia que existe desde la lucha contra el TLC debe servir para que la lucha sea conducida en permanente consulta con las bases del movimiento, y para que ningún dirigente se dispare por cuenta propia a negociar con el gobierno.

El movimiento debe reivindicar su independencia con relación a los alcaldes y los munícipes que dicen que están en contra de la concesión, pero que el gobierno quiere utilizar para negociar algunos parches al contrato (vía adendum) y desmovilizar la lucha.

La única forma de terminar con el chorizo es enterrando de una vez por todas las concesiones y para ello están dadas las condiciones, si se organiza, paralelamente a las acciones legales emprendidas, una huelga de brazos caídos en Occidente. Una acción de este tipo puede ser apoyada en el Atlántico (donde está la lucha contra la concesión de un nuevo puerto en Moín), por las comunidades afectadas con la concesión de los muelles de Caldera a los empresarios colombianos y de la autopista a la transnacional Autopistas del Sol, por el movimiento estudiantil, movimientos rurales como el de las y los compañeros de Matas de CR en lucha y otros sectores como el movimiento sindical.

Hay que exigir la destitución inmediata de Pedro Castro y hay que reivindicar que el MOPT construya directamente las carreteras, porque se viene demostrando reiteradamente que el costo es muchísimo menor. La carretera nueva de Cañas a Liberia (con puentes, más carriles y en cemento) tiene la misma distancia y un costo cuatro veces menor. El chorizo de la concesión a la brasileña OAS es puro recarpeteo, y un negocio formidable, al dispararse los peajes a 4000 colones.  La concesión es por 30 años (prorrogables por otros 20), y se calcula que en menos de 4 años la empresa estaría recuperando la inversión de $500 millones de dólares que alegan van a hacer, que se sabe de antemano que está sobredimensionada.

Pero en este nuevo episodio de chorizos, que se suma a la escandalosa trocha fronteriza y muchos otros, se evidencia el mecanismo perverso de las concesiones, con las que se avanza en las privatizaciones encubiertas y se fabrican colosales negocios “compadre hablado” para los políticos empresarios. No solo hay que acabar con la concesión de carreteras, hay que acabar  también con las odiosas concesiones  de los muelles de Caldera y del Caribe y las concesiones de los servicios de la CCSS a empresas que lucran con la salud, disfrazadas de cooperativas, como quedó al desnudo con la lucha en defensa de los EBAIS de Montes de Oca, Curridabat y La Unión, en plena semana santa.

¡NO A LA CONCESIÓN, SI A LA CARRETERA!

¡FUERA EL MINISTRO CASTRO, ASESOR DE LA OAS
ANTES DE PASAR AL MOPT!

¡ENTERREMOS LAS CONCESIONES!

No hay comentarios:

Publicar un comentario