martes, 5 de marzo de 2013

Movimiento Revolucionario y elecciones


Reproducimos a continuación la primera entrega de una polémica sobre laintervención en los procesos electorales por las organizaciones revolucionarias. Se trata de un tema de mucha relevancia para este año que ya anuncia tormentas de promesas. Ojalá nuestros lectores puedan aprovechar la reflexión:
 
 
Examinar el problema de participar o no en un proceso electoral burgués representa para las organizaciones revolucionarias, avistar la cuestión desde el enfoque de la lucha de clases, el papel histórico del partido del proletariado en la transformación de la sociedad, la experiencia, las condiciones y las tareas del momento. 
 
Decir movimiento revolucionario es hacer referencia a las colectivos y partidos políticos revolucionarios. Se entiende por tales, aquellos agrupados alrededor de una teoría revolucionaria profundamente crítica de la las estructuras capitalistas, de tesis ideológicas y principios organizativos que orientan su accionar hacia la emancipación definitiva de las clases desposeídas, liquidando todas las formas de explotación y dominación, y la construcción de una sociedad libre, dignificada y socialista.
 
Es esencial limpiar el paisaje de dudas para trascender en el análisis de la participación, inscribiendo proposiciones para los comicios. Es válido distanciarse de la superficial y ambigua denominación de “la izquierda” o de “partidos de izquierda”. El calificativo en la actualidad es tan vago e impreciso, que incluye a grupos políticos electorales salidos de cualquier estrato de la burguesía, y en cuya formula nos vislumbra la mínima intensión de un cambio social.
 
A menudo nos enredamos gratuitamente en usar las etiquetas; derecha o izquierda, que generalmente sirven a los intereses propagandísticos de la reacción, para confundir a las masas. Lo correcto es identificar a los partidos por su naturaleza de clase y sus rasgos ideológicos.
 
El partido revolucionario al representar los derechos e intereses de las masas subyugadas, tiene una estrategia y una táctica liberadora que se adapta y evoluciona de acuerdo al pulso de las condiciones concretas de la realidad. Los fundamentos, programa y métodos de trabajo que guían su accionar, guardan absoluta independencia de clase y se desarrollan de acuerdo a los objetivos de la revolución. Por eso es un partido que se perfecciona para todas las formas de lucha y en el marco de las distintas vías de la revolución.
 
Con ese lente de aproximación al problema de las elecciones, comprendemos que por principio, no es obligación intervenir en la contienda eleccionaria. Con ello se quiere afirmar que desde la concepción científica de nuestras ideas, no hay una negación “por principios a intervenir en todo proceso electoral en cualquier momento”. También consideramos que “es un asunto táctico, que depende de las circunstancias concretas.” Pero, juzgamos que además es un asunto estratégico. (1)
 
La llamada “democracia representativa” es una de las formas de ejercicio del poder implementada por la Burguesía. El juego eleccionario periódico es un método para perpetuarse en del dirección del Estado. El mecanismo electoral es administrado por la oligarquía, regido por normas y autoridades a la medida de los intereses de los potentados, “un mecanismo selecto de este régimen para asegurar su dominación y su legitimidad.” (2)
Para el proletariado, las clases humildes y el movimiento popular en general es imposible contender en una cancha marcada, controlada totalmente y arbitrada por el enemigo, exceptuando circunstancias especiales, aquellas cuando la certeza de un viraje en la correlación de fuerzas a favor de los movimientos populares, antiimperialistas y revolucionarias asegure un avance en los objetivos estratégicos.
 
Reincidir, en el actual contexto político y social, en la campaña electoral es muy riesgoso y puede tener un costo político muy alto. El criterio se emite con respeto a la independencia de las decisiones de partidos hermanos, pero, discernimos un ambiente de crisis política general, tanto en la oligarquía como en la “izquierda”.
 
Los destacamentos políticos representantes de la clase trabajadora y otras agrupaciones señaladas de “izquierda” son débiles y están muy fragmentadas. Las experiencias pasadas bajo la tesis del parlamentarismo, incluso en proyectos unitarios y con estructuras partidarias y de masas fuertes, fueron a menudo frustrantes y dejaron pocos réditos para el desarrollo de la vanguardia política del proletariado. 
         
Para amplios sectores lo electoral es engañoso, corrupto, componenda de falsos políticos y aborrecible. Entre un 30 % y un 40% de electores manifiesta su desazón absteniéndose a votar. Surge un filamento crítico que repudia a los políticos de turno y la politiquería.
 
La descomposición del sistema oligárquico eleccionario y su engrane institucional es generalizado. No hay motivo válido para darle aire ni sostenerlo, por el contrario, se debe disminuir la influencia de esa maquinaria dictatorial corroída. La tarea de agitación actual es denunciar, desenmascarar y aislar la falaz “democracia representativa”. Desde afuera.
 
¿Por qué desde afuera y no desde adentro? En tiempo de cacería de votos inmiscuirse en el pestilente pantano de la una contienda dominada por parásitos, demagogos, codiciosos y el burdo espectáculo del clientelismo propiciado por las banderías burguesas y turecas; sería para las organizaciones revolucionarias perder por partida doble. 
    
Porque, por una parte, no podemos competir con el monstruo mediático empresarial. Porque el despótico sistema“democrático” no nos da garantías ni oportunidades reales. Por otra parte, porque el descontento estructural que se apodera de amplias capas sociales, no solo es por la injusticia y la desigualdad económica y social. Es un enojo creciente contra el sistema político y sus capos. Se rechaza las elecciones, los partidos y los políticos.
 
Es necesario actuar con prisa pero con pausa, y efectivamente el compromiso es “hacer avanzar la independencia de la clase trabajadora con respecto a los patronos, el Estado capitalista y sus jerarcas.” (3) Ello implica además vigorizar la construcción del destacamento de vanguardia de la clase trabajadora, incentivar la voluntad de cohesión revolucionaria y la unidad del movimiento sindical clasista y popular.
Es reveladora y estratégica la iniciativa de encaminar el diálogo y relevante la posibilidad de un frente unitario de agrupaciones revolucionarias. El escenario político del momento; tanto el electoral como el social, de crisis y desesperanza, debe constituir un acicate para llevar el mensaje de organización, movilización y lucha al pueblo sencillo y trabajador, despojado, explotado y desocupado. 
  
Comprobar con objetividad nuestros medios y posibilidades es una virtud y una responsabilidad, para actuar con eficacia en cumplimiento de los objetivos tácticos y estratégicos de acumulación de fuerzas. La tarea es encontrar el camino de los de abajo, de los patriotas y las clases oprimidas y entender las vías “para darle vuelta la tortilla” en este país.
 
La tarea esencial de construir los caminos para lograr la liberación definitiva del pueblo costarricense y dibujar la plataforma programática de transición al socialismo, exige de la relación con los diversos sectores populares donde trabajan, estudian, se distraen y viven.
Irrumpir en barrios, plazas, centros de trabajo, fincas, zonas costeras, comunidades indígenas y campesinas, universidades y colegios, calles y bulevares y hacer avanzar el proyecto del cambio real y la revolución. 
 
Orientar el planteamiento de la democracia real como la fuerza del pueblo soberano, exaltando el espíritu de rebeldía y educando en la idea del poder popular, la huelga general. Levantar dicha tribuna sin hundirnos en los desgastantes y autoritarios tentáculos de la maquinaria electoral. 
 
1. 1. David Morera Herrera. ¿Qué tienen que ver las elecciones con las y los revolucionarios? Bandera Roja febrero de 2013. Edición N. 92.
2. 2. David Morera Herrera. ¿Qué tienen que ver las elecciones con las y los revolucionarios? Bandera Roja febrero de 2013. Edición N. 92.
3. 3. David Morera Herrera. ¿Qué tienen que ver las elecciones con las y los revolucionarios? Bandera Roja febrero de 2013. Edición N. 92.
Oscar Barrantes Rodríguez
Círculo Bolivariano Yamileth López. (CBYLO) Centro Popular Costarricense de Estudios Sociales (CPCES)
San José - Costa Rica
Febrero 28 de 2013

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