domingo, 28 de octubre de 2012

PANAMÁ AL ROJO VIVO

EL HEROICO LEVANTAMIENTO COLONENSE SEÑALA EL CAMINO 

David Morera Herrera 

EL Gobierno de Martinelli y su partido empresarial: Cambio Democrático, con el copamiento del poder legislativo, ha engendrado una conmoción espectacular en el país, al aprobar en tiempo record la Ley 72 que pone en venta al mejor postor las la Zona Libre de Colón (ZLC), que desde 1948 constituye terreno público  y es considerada patrimonio nacional. El modelo hasta ahora consistía en que los comerciantes arrendaban los lotes donde construían sus almacenes comerciales y bodegas  para vender sus mercancías libres de impuestos, y por el que pagaban un canon al Estado, que se supone debe invertirse en el desarrollo social del pueblo colonense.
 

Es un secreto a voces en los círculos políticos que  tras la privatización de la ZLC se encuentra la intención de  Martinelli y su camarilla de comprar el paquete inmobiliario. Otros analistas apuntan que con la enorme suma de dinero que proyectan obtener con la venta de esas  tierras e instalaciones el partido Cambio Democrático y sus socios pretenden  derrocharlo en  clientelismo y continuar el festín del saqueo  de los bienes públicos.
 

La prepotencia de la camarilla en el poder fue tal, que ante las quejas de algunos diputados de oposición por el ritmo  a “golpe de tambor” con el que se aprobó  de la Ley 72, el presidente legislativo Chello Gálvez, respondió con ironía: “a llorar los muertos al cementerio”.
 

Esta frase cínica no tardaría en adquirir una dimensión siniestra. El propio 20 de octubre se desata la ira popular en Colón, se levantan las barricadas y cunden las manifestaciones en toda la provincia, ese mismo día  el Gobierno mafioso de Martinelli opta por al represión a gran escala, movilizando no solo a la policía nacional sino al Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), armados hasta los dientes.   Los militares lo primero que hacen es resguardar los supermercados 99, propiedad de Martinelli, evidenciando groseramente el papel de las fuerzas armadas al servicio directo de los capitalistas en el poder.  Se generalizan entonces los combates en las calles. Empezaba así el derramamiento de sangre en Colón: los primeros caídos el niño José Patricio Vega Betancourt, de 9 años de edad, y el obrero Andreve Dixon, de origen kuna. 
 

Pero no contaban Martinelli y sus secuaces con la dignidad y el heroísmo ejemplar  del pueblo de Colón que, convocado por el Frente Amplio Colonense,  estalló en una verdadera  insurrección popular, que al momento de escribir estas líneas tiene en jaque al Gobierno, que empieza a trastabillar.
 

Panamá se coloca en el epicentro revolucionario del istmo
 

Luego de las grandes movilizaciones de Honduras contra el golpe que, ante la inconsecuencia de la dirección zelayista fueron mermando y terminaron en el callejón del juego electoral, todo indica que hoy Panamá tiende a colocarse  a la vanguardia de la lucha obrera y popular en el istmo centroamericano Recuérdese, como antecedente, que al año pasado el pueblo  originario Ngabe Bugle libró grandes combates, con elementos insurreccionales, contra las hidroeléctricas y la minería.
 

El común denominador es la respuesta de las masas a un modelo económico mafioso, altamente depredador, que expresa el Gobierno de Martnelli, que está entregando velozmente lo que queda del patrimonio nacional y los recursos del país a las transnacionales, con su sequito en calidad de socio menor.
 

En este marco, la Liga de Trabajadores-as Hacia el Socialismo (LTS) nuestra organización hermana en Panamá  ha tenido una constante  iniciativa para unificar las luchas, y hacer conscientemente explícito ese común denominador, entendiendo que  solo si se extiende la movilización a todo el territorio panameño con la huelga general, se podrá imponer un triunfo contundente de las masas, que no es descartable pueda provocar una herida de muerte al gobierno.  En este momento álgido está en juego una cuestión  decisiva: si la movilización avanza y triunfa entramos en una nueva etapa revolucionaria en Panamá, si es derrotada, el retroceso será igualmente dramático.
 

Cuando escribimos estas líneas la rebelión de masas en Colón se mantiene, se recrudece y se extiende  a otros puntos de la geografía panameña. Para ilustrar la magnitud de la situación, reproducimos un fragmento del comunicado de la CGT de Costa Rica que describe con claridad los acontecimientos:  “(…) El día 25 de octubre continúan las protestas en el pueblo de Colón, que ya están cumpliendo casi una semana. La represión policial ha tomado tintes brutales, las fuerzas policiales han ingresado inclusive a las iglesias para continuar con la represión de las y los manifestantes. En las protestas de esta semana ya han muerto cinco personas; la última de ellas:  Irasema Ramos, funcionaria de la Caja del Seguro Social, la cual conducía una ambulancia que fue impactada por una bomba lacrimógena. Estas muertes se suman a las más de 10 de la masacre de Bocas del Toro y a las dos muertes ocurridas el año pasado durante las protestas de los pueblos indígenas del pueblo Ngäbe-Buglé, contra la minería y las hidroeléctricas; es decir, el gobierno de Martinelli ya va engrosando dos docenas de asesinatos en protestas populares.
 

El jueves 24 de octubre se lanzaron a la calle a protestar en solidaridad con el pueblo de Colón distintos sectores sociales y las protestas se han extendido por distintas ciudades del país, entre ellas la capital, ciudad de Panamá. El poderoso sindicato de la construcción SUNTRACS cerró durante varias horas varias calles y zonas de la capital, entre ellas la calle 50, el Puente de las Américas, Los Andes y Nuevo Tucumen. Por la noche realizaron un nutrido encuentro en donde decidieron realizar una huelga de 24 horas y llamar a un encuentro sindical y popular el sábado 27 de octubre a las 9:00 a.m. Otras organizaciones que han dado muestras de solidaridad han sido el Frente de Defensa de la Soberanía (FRENADESO) y el IX Congreso Ngäbe Bukle y campesino”.
  

Por su parte, el Gobierno, dejando de lado su altanería inicial, empieza  a dar más bien muestras de retroceso. El 23 de octubre en conferencia de prensa anunció que no derogaría la ley 72, pero que suspendería temporalmente el artículo  que establece la venta de los terrenos de la ZLC. Ese mismo día en la noche en su cuenta de  twiter Martinelli indicó: "Si el pueblo Colonense no quiere que se vendan las tierras de ZLC, se derogará la venta y los aumentos de alquileres 100% para Colón".
 

Con su olfato burgués, Martinelli trata de enfriar el movimiento. Este es un efecto distorsionado  de la fuerza de la movilización. Es correcta la postura que han planteado la dirección del Frente Amplio Colonense, en la que participa la LTS,  de no conversar absolutamente nada con el Gobierno hasta que se derogue la ley 72 de manera definitiva y total. Es un acierto de la LTS además, que  desmarca claramente del sector burgués de los comerciantes de Colón, plantear la exigencia de que no solo se derogue la Ley 72, sino que se aumente el canon a los empresarios que usufructúan de la ZLC, para invertirlo en programas sociales en beneficio del pueblo de Colón. 
 

El paso que hay lograr es la Huelga General Indefinida
 

En este preciso momento  para avanzar el movimiento se hace imperativo que las direcciones mayoritarias, en especial FRENADESO y SUNTRACS,  concreten la  HUELGA GENERAL INDEFINIDA, y opinamos que de lograr ese objetivo se pone en el tapete la consigna central de: ¡ABAJO EL GOBIERNO ASESINO DE MARTINELLI!  A la vez, si la lucha obrera y popular avanza y se fortalece en esa perspectiva, las y los revolucionarios  debemos orientar a potenciar o  a empezar a construir organismos de poder obrero y popular.
 

Es necesario que las organizaciones obreras y populares, encabezadas por FRENADESO, SUNTRACS, el Frente Amplio Colonense, las organizaciones indígenas, el FAD, ANFACSS, las organizaciones magisteriales, etc, convoquen a un Congreso Obrero, Campesino, Indígena y Popular, democrático y abierto, para fortalecer y unificar a todo el movimiento con un solo Pliego de demandas  y Plan de Lucha.  A la vez hay que proponer que este Congreso o Encuentro, en el marco de la agudización de la crisis política, debe garantizar la Huelga General para tumbar al tirano  Martinelli y exigir la Convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, libre y soberana, para refundar el país sobre nuevas bases. En ese marco las organizaciones clasistas y combativas pueden  levantar y proponerle a todo el movimiento de masas  un Plan o Programa que acabe con la profunda desigualdad social, la descarnada explotación capitalista, el sometimiento al imperialismo y el saqueo de la naturaleza, liquidando de raíz el modelo neoliberal, entre otras cosas, anulando las concesiones mafiosas  a las transnacionales y a los empresarios corruptos, recuperando el patrimonio nacional y la riquezas naturales para los panameños, nacionalizando de la banca y declarando al moratoria  de la deuda externa, imponiendo la autonomía indígena, dando tierra para el que le trabaja, escala móvil de salarios, control de precios y tarifas.
 
 
Por último, en Costa Rica no debemos quedarnos de brazos cruzados e impulsar un amplio movimiento de solidaridad con nuestro hermano pueblo panameño, por lo que apoyamos la iniciativa en ese sentido de la CGT, y de igual forma, llamamos a la izquierda y a las organizaciones sindicales y populares del istmo centroamericano y de América Latina a realizar una campaña de piquetes en las embajadas de Panamá bajo las consignas:
 
¡Abajo el asesino Martinelli! 
¡Ruptura de relaciones diplomáticas con Panamá!

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