sábado, 1 de octubre de 2011

A un año de la firma del FEES

¿QUÉ HACER DESDE EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL UNIVERSITARIO?

Declaración de la Juventud Revolucionaria (JR-PRT) de la Universidad de Costa Rica

La traidora firma del CONARE para el V Convenio FEES hoy nos pasa la factura. Ante la profundización de la contrarreforma educativa encontramos un Movimiento Estudiantil en estado de crisis.

Venimos de una seguidilla de derrotas a nivel estudiantil y estamos en un escenario de contradicciones
En nuestro país se refracta de manera particular el contexto internacional, entre crisis y agitación política. Asistimos a un creciente conflicto entre las diferentes fracciones de capitalistas y una resistencia molecular de diferentes sectores a los proyectos más nefastos (minería a cielo abierto, privatización de los muelles, calendarización para secundaria, crisis de la CCSS, etc.), lo que coincide con la intensificación, sin comparación, del saqueo del patrimonio nacional y la neocolonización del país, que implica la implementación del TLC con los Estados Unidos, en virtud del resultado del referéndum fraudulento del 7 de octubre del 2007. Por eso es que hablamos de la agudización de las contradicciones y la polarización social y política, y el sector estudiantil no está exento de esta situación, combinándose con importantes movilizaciones, con procesos de recomposición, pero también con importantes derrotas.

I) LA FIRMA DEL V CONVENIO FEES
En primera instancia, la lucha presupuestaria por un 13% es derrotada. Recordemos, esta lucha fue inicialmente impulsada como un acuerdo tripartito entre trabajadores, estudiantes y administración. Como decíamos hace un año, “…tras la capitulación al gobierno por parte de los 4 rectores y rectoras de las universidades públicas en las negociaciones del Fondo Especial de la Educación Superior (FEES), en la madrugada del 26 de agosto, se abre una nueva etapa y se reconfiguran las fuerzas políticas a lo interno de la UCR.” Así, la derrota se refuerza por la confianza depositada en las rectorías por la comunidad universitaria, a lo que se suma la incapacidad política del sector estudiantil a dar una respuesta efectiva y masiva de conjunto contra la capitulación de las y los rectores.

¿Para dónde va el modelo de universidad?
Se está gestando un cambio de modelo congruente con la contrarreforma educativa. El ejemplo de Limón. ¿Qué modelo de regionalización impulsa la Administración? ¿Qué modelo impulsamos los estudiantes? ¿Para dónde va la acción social? La amenaza de la privatización, o en su defecto la elitización, viene desde adentro de la U: las vacas sagradas a través de la administración cómplice.

Contrarreforma educativa: La universidad de elites al servicio del mercado
En la UCR, el modelo de universidad humanística no existe o está en agonía. Lo que tenemos hoy es un modelo en transición hacia una universidad mercantilizada y elitizada. El sistema educativo nacional desde hace años viene siendo presa de una política muy clara en pro de las privatizaciones, bajo un modelo tecnocrático.
A nivel de condiciones de estudio vimos pasar sin pena ni gloria la eliminación de la matrícula de ampliación, agudizando la matricula insatisfecha. Esto provoca severas lesiones al derecho de acceso a la educación. Solo para dar un ejemplo: hubo estudiantes que no matricularon ni un curso (¡como sucedió con el primer año de Antropología!) y eso genera mucho alivio al bolsillo de la administración universitaria.

Se consolida así un modelo que excluye. También vemos como empeoran las condiciones para la población becada, en especial a los que más la necesitan, como los de beca 11. Vemos como se consolida una política nefasta para l@s becari@s 11 que consiste en limitar los cupos para realizar las horas becas. Esto se evidencia en este último período, y así un estudiante que no es aceptado en ningún espacio, no puede ganar los 5’s que da la U. Esta es una manera en que se manifiestan los recortes.

Limón al frente contra la regionalización anti-popular
Así como se aplica austeridad para la reducción del presupuesto, también se impulsan proyectos que nada tiene que ver con nuestros intereses. El ejemplo es el proyecto piloto puesto en marcha desde la Sede de Limón, de la mano con los grandes intereses empresariales para la zona. Los primeros pasos para este proyecto son los cierres de las carreras “poco rentables”.
En la sede de Limón, a pesar de llevar años soportando atropellos, se desata con fuerza en este momento una serie de despidos y la posibilidad real de transformar o desmantelar la carrera de Turismo Ecológico. Esto con el fin apoyar otras carreras vinculadas al proyecto Limón Cuidad Puerto, claro está, en detrimento de la atención social y ambiental de la provincia.
Es importante plantear que algo parecido sucedió con la carrera de Psicología. Sus estudiantes vienen haciendo esfuerzos por denunciar el cierre de su carrera basado en el casamiento de la administración universitaria con el proyecto del gobierno basado en competitividad a costo de que todo lo social se tire por la borda.
En síntesis, el conflicto en Limón, la lucha valerosa que dan las compañeras y compañeros, ha despertado en algunos sectores de la sede ese sentido de dar una lucha de conjunto. Se vuelve evidente a los ojos de sus estudiantes, y algunos trabajadores, que el movimiento debe ser consciente y consecuente no solo contra los intereses de la maquinaria del gobierno sino también contra la administración cómplice de la U. Al fin y al cabo, la lucha es por la defensa de un modelo de universidad al servicio del pueblo, por un modelo de regionalización inclusivo con las sedes y recintos al frente, por un mejoramiento sustantivo, evitando el juego de cierre y apertura de carreras que siempre se da en dichas zonas.
II) LA VICTORIA DEL “PROGRESISMO” EN LAS ELECCIONES PARA LA FEUCR
En segundo lugar, una consecuencia que se desprende de la derrota del FEES, tras las tomas de edificios y la confusión que imperó, es la entrada de una nueva agrupación al frente de la Federación de Estudiantes de la UCR. PROGRE, impulsado por Frente Amplio y el PAC, desde nuestra lectura tiene y seguirá teniendo una labor de contención para las demandas estudiantiles.
Así, la batalla por un mejor presupuesto nos permitió posicionar el tema de los recortes, la defensa de sectores clave como las mujeres, comunidad becaria y sedes regionales, denunciando el cambio de modelo universitario y tratando de organizarnos alrededor de estos temas. Pero lamentablemente el reverdecer del movimiento estudiantil que surge al calor de la lucha por el FEES, comenzó a ser capitalizado por el reformismo “PROGRE” ligado políticamente a la administración que nos entregó en la lucha presupuestaria. La agenda política de la FEUCR se vuelve tremendamente gerencial, diz que “por el bien de los-as estudiantes”, pasiva y plegada a la administración.

¿El actual directorio de la FEUCR realmente está por la defensa de la educación superior pública?
Es escandaloso lo que sucede cuando un grupo no es independiente en sus formulaciones ni en su actuar. Si nos devolvemos en el tiempo y leemos con más detenimiento algunos “logros” del actual directorio PROGRE vemos como durante este año, PROGRE asumió un compromiso de apoyar a las federaciones de las universidades privadas para evitar “el aumento indiscriminado” de impuestos a los grandes consorcios educativos. Esto entra en sintonía con las recientes negociaciones entre el PAC y el gobierno de Chinchilla, donde se reduce considerablemente la carga tributaria para las Universidades y la Salud privadas en la mal llamada “ley de Solidaridad Tributaria”, es decir, el paquetazo fiscal. En lugar de organizar al estudiantado por un acceso más amplio a la educación superior pública, sostienen privilegios a empresas multimillonarias y engordan sus billeteras con el esfuerzo de miles de estudiantes que estructuralmente son expulsados o excluidos del sistema público.

Entonces ¿Qué defiende PROGRE?
Un movimiento estudiantil plegado a los mandatos de la administración de la U. Algunos ejemplos que ya hemos profundizado en otros momentos son el silencio cómplice que mantienen ante los recortes, o una posición blandengue como sucedió con la eliminación de la matrícula de ampliación.
Otro aspecto relevante sobre el modelo que defiende PROGRE es que plantean propuestas que atropellan los derechos de l@s trabajadores (as) “para una mejor la educación”. Así es como sucede con la propuesta estrella de PROGRE para ampliar el horario de las Bibliotecas 24h. ¿Acaso es justificable sacrificar condiciones laborales por un capricho político?
En la misma línea de analizar algunas de sus iniciativas, las elaboraciones de activistas cercanos a PROGRE para el Congreso Estudiantil Universitario XXIII como la ponencia sobre la gratuidad de la educación, las ponencias sobre la situación del sistema de becas y la reforma del reglamento de Adjudicación de Becas, reflejan de entrada una positiva preocupación por un elemento central para el acceso a la educación. Sin embargo, todas estas elaboraciones hacen un abordaje incompleto en tanto pasan por alto el contexto de recortes a las instituciones públicas, la injerencia del Banco Mundial en la política universitaria, el carácter profundamente antidemocrático de la estructura universitaria, etc… y, por más buenas intenciones que tengan los compañeros de PROGRE, no nos preparan para enfrentar las amenazas que se avecinan.

En un escenario de recortes y austeridad ¿Qué significa el “diálogo con la administración”?
Para la FEUCR PROGRE el diálogo significa guardar silencio y pasividad, pintar una imagen y ‘política light’ para nuestros problemas. Significa cubrirle las espaldas a la administración, embelleciéndola y sembrando una y otra vez confianza en quienes nos atropellan. Así pasó con la eliminación de l matrícula de ampliación dando carta blanca para todas las injusticias.
III) La crisis política del Movimiento Estudiantil
La tercera derrota, que va de la mano a este fenómeno “progresista”, es la desorientación política del conjunto del movimiento estudiantil durante este período. Desorientación que se traduce en extrañas formulaciones políticas y también organizativas.
Por un lado, el más agudo oportunismo en los nuevos alineamientos de las fracciones estudiantiles. Surge una nueva plancha para las elecciones federativas, llamada INCLUSIÓN, impulsada más por intereses de perpetuar figuras en órganos de representación como es el caso de Marisa Victoria. Hasta el momento no le ha dado cuentas claras al estudiantado que representa. Menos aún a la gente que la llevó al Consejo, como los activistas independientes y el propio MAS, desde la coalición INICIATIVA. Esta candidatura INCLUSIÓN para las próximas elecciones es impulsada por la JS (de filiación trotskista, de la corriente internacional Socialismo o Barbarie – SoB) en conjunto con una fracción cercana al partido Unidad Social Cristiana que viene de JUNTOS, la derecha estudiantil. Otro caso es el sector de Ciencias Sociales, que al no identificarse con la izquierda“trotska” (acusada de estar eternamente dividida, ser sectaria y utilitarista, etc.), se va al lado PROGRE, sin ningún empacho.
Por otro lado, tenemos en verdad la disgregación sectaria de sectores de izquierda, un error que ha cometido toda la izquierda universitaria y que a la postre beneficia a la administración. Este error nosostr@s mismos como Juventud Revolucionaria lo hemos cometido, como sucedió el año anterior al perder una discusión a lo interno de la corriente estudiantil que veníamos impulsando: ALERTA. La nuestra fue una postura de minoría frente a la posición abstencionista para la segunda vuelta de las elecciones federativas, menospreciando así nuestro enemigo común, el partido de la administración. Abstenerse de la lucha política es una posición que debemos evitar, y es un tema a discutir con todos los sectores que por los errores de la izquierda hay caído en el desencanto o el “vale todo”. Estos problemas y limitaciones los hemos reconocido públicamente sin ninguna vanidad, y más bien queremos sacar las conclusiones políticas para saldar nuestras pifias en la acción cotidiana consecuente, honesta y revolucionaria.

¿Cómo se materializa esa desorientación política?
Por algunos de los elementos explicados anteriormente, este año ha sido bastante tortuoso para las organizaciones de izquierda en la UCR.
Para organizar un poco el análisis hagamos un repaso de los principales eventos que han ocupado la agenda política del Movimiento Estudiantil Universitario:

a) El Encuentro Mujeres Universitarias
El EMU se llevo a cabo el 18 y 19 de agosto, tal como fue planificado.
Este trabajó con una dinámica se podría decir que confusa y que termina incidiendo en poca participación en la plenaria.
La plenaria se comportó como portal de experticia, lo cual esta bien, pero no puede ser la única forma de expresión, se limitó la palabra sin parámetros claros.
El trabajo en grupos permitió hablar y compartir más entre las compañeras, pero claramente un trabajo poco horizontal en el método donde se brinda la guía de discusión, se da una coordinadora para cada mesa elegida por la coordinación del evento, lo cual no propicia que otras compañeras pudieran participar de lleno y volver suya la actividad.
Lastimosamente el primer día de sesiones no se abre la mesa de Mujer y Sociedad para charlar sobre aspectos de abordaje más amplio sobre el acoso y otros temas de interés.
Para el segundo día se logra abrir la mesa de mujer y sociedad, con una discusión apresurada por el poco tiempo, pero muy enriquecedora por las inagotables manifestaciones de violencia que las mujeres expresamos sufrir.
Propuestas que lograron ser discutidas y apoyadas en su mayoría como ejes de lucha por la defensa de los derechos de las mujeres y en contra de toda manifestación de violencia, relacionadas a mejoramiento del CIEM para atender la violencia que sufrimos trabajadoras y estudiantes, para mejorar la oficina de salud y la atención de nuestras particularidades, sobre la necesidad de mejorar el sistema de becas con sensibilidad de genero, así como mejoramiento de la casita infantil, sobre la necesidad de mejorar con programas de sensibilización y conocimiento desde los estudios generales. También propusimos una serie de puntos para dotar al EMU de una organización real desde la base y que se eligiera la próxima coordinadora en el mismo evento, claramente abierta para quienes quisieran participar, sin embargo esto no se logró.
Igualmente desde la JR propusimos en materia de acoso la necesidad de exigir que se aseguren todos los recursos necesarios para que las personas que planean o han puesto una denuncia tengan todos los medios para realizarla. Básicamente todas nuestras propuestas llevadas en un volante fueron apoyadas en la mesa de Mujer y Sociedad, con la intención de que estas se conviertan en metas a alcanzar, sin embargo, las mismas no aparecen en el Documento Madre del EMU (documento final con resoluciones del encuentro). A ciencia cierta desconocemos que es lo que sucedió exactamente, peor es claro que la coordinación estaba en manos de LAS ROJAS - PST, grupo que hoy impulsa junto a sectores que vienen de la derecha la papeleta de INCLUSIÓN. Qué peor instrumentalización que la de un EMU monopolizado en la práctica por estas agrupaciones.

b) El Congreso Estudiantil Universitario (CEU XXIII)
El CEU se supone que es la instancia de gobierno reflexiva, y de mayor jerarquía de la FEUCR. Y es encargada de establecer las políticas, posiciones, y disposiciones a seguir por el Movimiento Estudiantil. Tristemente el CEU de este año fue integralmente catastrófico. El congreso, a pesar de ser uno de los entes más importantes de la organización estudiantil, fue convertido en un acto irresponsable, inmanejable y descuidado en su organización. El mismo, en vez de crear discusión sobre el estado de la educación, el movimiento estudiantil y cómo mejorar ambos, básicamente se entrabó con requisitos formales. Lo único que lograron los organizadores de este espacio fue discutir (a medias) y aprobar (a la carrera) un Estatuto Orgánico de la FEUCR. Por lo demás, fueron 3 días (con jornadas de 10horas) que terminaron directo a la basura. El COCEU fue responsable de toda esta situación, y como lo planteamos durante el tercer día “…Estas personas le huyen como a la peste al debate abierto y realmente democrático y a la elaboración colectiva…”
La composición del evento fue básicamente de activistas y dirigentes de asociaciones de estudiantes. Con una izquierda que despertaba muchos anticuerpos, y una derecha como siempre preocupada por el tema del presupuesto estudiantil y como repartirlo, y la ola del progresismo centreando, ni aquí ni allá. Y con una posición muy confusa del PST-JS que ahora, en nombre de acuerdos políticos para perpetuarse en el aparato, se acerca a cualquier sector, por más incompatible que parezca con su posición de izquierda.
En nuestro caso, muy poco logramos del CEU, sin embargo, a nivel analítico nos permite divisar que se está instaurando una especie de discurso anti-izquierda incapaz de lograr llevar a cabo un congreso decente, y que encamina al movimiento estudiantil a discusiones poco serias, para no enfrentar con claridad el problema de deterioro y ataque a la educación superior pública.

c) La protesta del 29 de septiembre
A la hora del cierre de la presente edición nos encontramos a vísperas de una movilización incierta. Lo primero que hay que plantear es que las y los rectores enfrentan hoy lo que firmaron con el V Convenio FEES. Firma inconsulta, que se realiza pese a la gran lucha de las y los estudiantes, y las y los trabajadores por la defensa de un 13%. El llamado de alerta por parte de la Rectora sobre la reducción de millones por un cálculo sobre una estimación del 3% de inflación terminó como un mal entendido.
Esto entra en sintonía con las recientes negociaciones entre el PAC y el gobierno de Chinchilla, donde se reduce considerablemente la carga tributaria para las Universidades y la Salud privadas en la mal llamada “ley de Solidaridad Tributaria”, es decir, el paquetazo fiscal. En lugar de organizar al estudiantado por un acceso más amplio a la educación superior pública, sostienen privilegios a empresas multimillonarias y engordan sus billeteras con el esfuerzo de miles de estudiantes que estructuralmente son expulsados o excluidos del sistema público.

El ejemplo de lucha lo dan los estudiantes de la UNA
La movilización del 29 debe ser en apoyo a la lucha de los sectores combativos y consecuentes que enfrenten las consecuencias de un FEES injusto. El severo problema que se vive en la UNA, con las becas vinculadas a empresas, la subida del tope de créditos a pagar por matrícula, entre otros, son solo algunos ejemplos, a un año de la firma del V Convenio FEES. Podríamos pensar ¿qué más falta en los próximos cuatro años?

¿Por qué es necesario un cambio en la dirección del movimiento estudiantil?
Un movimiento estudiantil comprometido con los intereses de los sectores históricamente excluidos y no representados. Una dirección al frente de la lucha por una universidad más inclusiva. Solidario con la lucha de nuestr@s compas en la UNA, que da acompañamiento a l@s compas de las sedes como en Limón, en sintonía con las movilizaciones en Chile, en Colombia, y las exigencias de la juventud del mundo entero.
Reivindicamos experiencias como ALERTA, señalamos nuestros errores pero sacamos las conclusiones y la importancia de un programa de lucha consecuente. Se hace imprescindible una reactivación y un involucramiento de las nuevas generaciones estudiantiles frente a las grandes luchas que se avecinan.

¿Qué hacemos frente a la crisis del Movimiento Estudiantil?
URGE DEFENDER NUESTRA EDUCACIÓN CONSECUENTEMENTE
Es por ello que el papel de las y los estudiantes debe ser de clara independencia de las autoridades universitarias. ¿Cómo hacemos esto?
Primeramente, la FEUCR debe convocar a una gran asamblea de estudiantes para definir cuáles son nuestros objetivos de esta lucha, donde se logre plantear con claridad para qué defendemos el presupuesto de la educación pública. Esto nos coloca en la necesidad de repensar la Universidad que tenemos por la U que necesitamos.
Segundo, es importante que todas las asocias y sedes realicen asambleas, talleres, pasadas por aulas, entre otras actividades, para informar con claridad la situación que se desata con el V convenio FEES y las consecuencias hoy.
Tercero, es importante definir un pliego de exigencias a la rectoría, donde se esclarezca que estamos por la defensa del presupuesto pero que a nivel interno exigimos:
•Restauración de la matricula en sus tres modalidades, ordinaria, ampliación e inclusión.
•Aseguramiento de cupos para todas las personas a los cursos del programa de estudios.
•Apertura y mantenimiento adecuado de más promociones de las carreras de Psicología, Turismo Ecológico, Trabajo Social en Limón según la necesidad de atención social y ambiental de la provincia.
•Exigimos no se desfinancie ninguna sede regional, y se priorice en este período de austeridad las becas estudiantiles, los servicios de residencias, y las casas de cuido infantil.
•Mejoramiento del sistema de becas con la eliminación de las horas beca y garantía de los derechos complementarios.
Reactivemos la lucha viendo las lecciones aprendidas en el último período, tengamos un compromiso propio como estudiantes, futuros trabajadores, por la defensa de la educación para el pueblo.

¿Qué hacer para estas elecciones federativas a realizarse el próximo 20 y 21 de octubre?
Hemos hecho experiencia por nuestro lado, con ALERTA, poniendo como eje central la construcción de alternativas de organización sobre bases sólidas de confianza y claridad política. Creemos que la unidad de la izquierda debe seguir este camino. Es en este momento que debemos acabar con el sectarismo y las disputas infantiles de la izquierda universitaria. Lo que viene, pone en jaque la presencia y la fuerza de las voces de denuncia ante el desmantelamiento del sector educativo. Haremos frente a este escenario con la discusión y la puesta a prueba de nuestras propuestas.
En momentos en que urge un movimiento estudiantil independiente y crítico, ni PROGRE ni INCLUSIÓN nos ayudan para enfrentar las consecuencias funestas del recorte presupuestario que pactó CONARE con el Gobierno.
Por tanto, se hace necesaria una reflexión para discutir con los sectores más combativos y honestos del movimiento estudiantil sobre el rumbo de la Federación de Estudiantes de la UCR y las distintas fuerzas a su alrededor.

¿CONVERGENCIA? Sí
Apoyamos y asumimos como nuestra la tarea de dar una lucha unitaria desde adentro, desde CONVERGENCIA, por un movimiento estudiantil activo, independiente y democrático. Queremos hacer desde CONVERGENCIA una corriente estudiantil permanente, en el plano político, programático y organizativo, reagrupando y potenciando a los sectores más combativos, que nos permita no solo enfrentar el tema electoral, sino a la larga la situación universitaria de conjunto, anclada en las tareas y desafíos a escala nacional, incluyendo temas universitarios (como el FEES, becas) y nacionales (golpe a las instituciones públicas, paquetazo tributario, defensa de recursos naturales, entre otros).
Nuestra propuesta de unidad encuentra coincidencia en los ejes comunes del programa, que se resumen son la defensa de la educación pública. Sin embargo, nosotras y nosotros insistimos en apoyarnos en los sectores más combativos y necesitados de la U (becas, sedes, residencias, mujeres, comunidad LGBTI), desde nuestro punto de vista, con una priorización en el tema de género y diversidad como elemento esencial de reivindicación y diferenciación con otras organizaciones.

Las y los compañeros de la Juventud Revolucionaria, como dirigentes de ALERTA el año pasado, así como algunas personas simpatizantes de ALERTA, asumiremos el trabajo electoral de lleno en las filas de CONVERGENCIA, según nuestras posibilidades, Así mismo hacemos un llamado amplio y público a las personas que simpatizan con ALERTA para sumarse al proceso de lleno, en tanto esto ya se ha discutido en varias reuniones de previo y ha habido aceptación a la propuesta. Confluimos en CONVERGENCIA para colocar en primer lugar la defensa de una educación pública y de calidad frente a los recortes, así como para consolidar una corriente estudiantil independiente y democrática frente a las autoridades universitarias y el “progresismo”.

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