El
movimiento popular y sindical debe sumarse de lleno este 26
La
Coordinadora Nacional de Lucha se reunió el pasado 2 de junio donde reafirmó la
plataforma de lucha propuesta por la CGT sobre los ejes:
1)Contra el
Plan B del Gobierno y su corrupción
2)En defensa
del salario3)Contra los recortes presupuestarios
4)En defensa de los muelles
5)y la Seguridad Social
En dicha reunión se acordó preparar una jornada nacional de huelga para el próximo 26 de junio.
El momento es álgido. Como indica la
declaración de la CNL:
“(…) la mancuerna del PLN y el PAC no
logró imponer el paquetazo fiscal, debido a la presión popular y las disputas en el seno del parlamento,
reflejando las objeciones de un sector importante de los capitalistas, pero no
hay que lanzar las campanas al vuelo. Alertamos que el Gobierno, no sólo no ha
desistido de su arremetida para descargar todo el peso de la crisis –de la que
los capitalistas se han beneficiado y se benefician a manos llenas- sobre las espaldas del pueblo, sino que ataca
ahora con más fuerza los derechos de las y los trabajadores y el pueblo.
Ha quedado en evidencia
que el Gobierno engañó en la “negociación salarial” a un sector del movimiento sindical, no sólo
porque impuso el ajuste miserable de 5000 colones a las trabajadoras y trabajadores del sector
público, sino porque mete ahora por “por
la ventana” su embestida contra los derechos laborales”.
Precisamente, ante
el fracaso del anterior Plan Fiscal, el gobierno ya tiene listo su “Plan B”.
Con el engañoso nombre de Ley de Manejo Responsable de las Finanzas Públicas,
se amenazan seriamente los presupuestos de muchas instituciones, incluidas las
universidades públicas (cuya autonomía se convertiría así en “letra muerta”),
pues los superávit deben trasladarse a la caja única del Gobierno.
Se liquida la posibilidad de negociar
reajustes salariales, incentivos económicos y mejorar las condiciones laborales. Se abre el portillo para el cobro
generalizado de servicios en las instituciones públicas sin distinción del tipo
de servicio, y se afecta severamente a instituciones rentables como el INS y el
ICE, para dejarlas como burro amarrado contra tigre suelto frente a la desigual
competencia de las transnacionales que
se facilita en todo sentido con el TLC con EEUU.”
Por otro lado, además de los recortes y el
desmantelamiento de los presupuestos de los servicios públicos, el Gobierno
impulsa un deterioro salarial sistemático y un
incremento galopante en los precios de los artículos de consumo básico y
la gasolina, así como las tarifas de los
servicios públicos.
Asimismo, el
Gobierno y sus socios extranjeros, aceleran ahora la concesión del megapuerto
en el Caribe a la transnacional holandesa APM, con la perspectiva de asfixiar y
convertir en chatarra los muelles públicos, a la vez que se impide invertir
para modernizar a JAPDEVA.
Por si fuera poco la dirigencia de la ANEP,
la Rerum Novarum y el CUSIMA han negociado con el Gobierno y los
empresarios el Proyecto de Ley Procesal
Laboral, sin consulta a las bases y al resto del movimiento sindical, como se
constató en la última cita de la OIT en Ginebra.
Pero sin duda, lo más grave es el embate
contra la seguridad social.
Desde hace muchos años, la CCCS ha sido saqueada para usarla como
“caja chica” del Gobierno Central, mientras la deuda del Estado con la
Institución ha sido burlada, así como cunde la evasión y la morosidad patronal
de las cuotas. Este ataque a la seguridad social se ha agudizado al máximo con este Gobierno y
la Presidencia Ejecutiva de la CCSS a cargo de Ileana Balmaceda.
El golpe de gracia que están imponiendo es la reducción del tope
de cesantía para las y los trabajadores de la Caja, reduciéndolo de 20 salarios
a 12. Pero además, la Presidencia Ejecutiva
promueve un recurso ante la Sala IV para liquidar la Ley de Incentivos Médicos.
Más allá de que efectivamente hay sectores
médicos aristocráticos que gozan de grandes privilegios, que son los mismos que
por lo general lucran con la medicina privada, lo cierto es que de concretarse
estas medidas es previsible impliquen una fuga masiva de médicos especialistas
de la Caja hacia las clínicas y hospitales privados, lo que potenciará al
máximo las presas y las largas listas de espera de la consulta externa y de las
cirugías (ya de por si alarmantes), lo que es una forma indirecta de consumar
el desmantelamiento del sistema público de salud y seguridad social.
Tod@s a las calles el 26 de junio
Los sindicatos y sectores sociales del país
deben unificarse y preparar una poderosa jornada nacional de protesta y parar
en seco los planes antipopulares del gobierno. No hay tiempo que perder.
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