viernes, 9 de marzo de 2012

Carta de organizaciones de mujeres, trabajadoras y estudiantes‏

San José, 08 de marzo del 2012

Sra.  Laura Chinchilla
Presidenta de la Republica
Sra.  Maureen Clarke Clarke
Presidenta INAMU
Sra.  Mireya Zamora Alvarado
Coordinadora Comisión de la Mujer de la Asamblea Legislativa 
Nos dirigirnos a ustedes para informales:
Primeramente, queremos expresar cuál es nuestra caracterización del ocho de marzo Día Internacional de la Mujer.  Nosotras pretendemos recuperar la esencia de lucha de esta fecha, que se ha conmemorado luchando desde hace mucho tiempo.
Este año se celebra el ciento un aniversario  del  Día Internacional de la Mujer. Fue conmemorado por primera vez el 19 de marzo de 1911, más de un millón de personas se manifestaron en esa primera celebración por la defensa de derechos laborales.
El contexto histórico de ese momento estaba marcado por la organización de las textil eras, por el uso de la huelga para enfrentar su discriminación, por el enfrentamiento a la inequidad salarial, la  exigencia de jornadas de trabajo adecuadas y el rechazo al trabajo infantil.
Estas luchas de las mujeres, las recordamos en esta fecha, y nos inspiran para seguir conquistando:
·         Resignificar y visibilizar el papel de las mujeres en la sociedad actual
·         Seguir exigiendo la igualdad y el trato justo para las mujeres en el mundo
·         Reclamar  mejores condiciones laborales
·         Luchar por el respeto y cumplimiento de los derechos de las mujeres, apropiarnos de espacios de participación en todos los ámbitos de la sociedad como la cultura, lo económico, lo político.
·         Los derechos de las mujeres, buscando nuestra propia organización.
·         Luchar por el acceso igualitario de las mujeres a la educación, la capacitación, la ciencia y la tecnología a favor de las comunidades y un desarrollo solidario.
·         Denunciar la discriminación y la violencia que seguimos enfrentando en los espacios considerados “privados”, pero también en los espacios públicos en manos de dirigencias de gobierno que muy poco representan nuestras necesidades.
Segundo, exponemos nuestra percepción del estado actual de las mujeres en Costa Rica
En nuestro país los discursos y las leyes en favor de las mujeres son abundantes pero no logran alcanzar un impacto mayor.  El camino de la legislación muestra avances, pero los mismos son muy limitados, porque la igualdad y la equidad de las mujeres no se consiguen solamente con leyes, la misma por el contrario exige, grandes cambios en todas las estructuras de la sociedad.
Hoy podemos ubicar a las mujeres ocupando cargos destacados en la vida política, pero con este fenómeno suceden varias posibilidades: que las mujeres estén presentes pero continúen siendo invisibilizadas en los espacios de la adopción de decisiones, o que las mujeres que ocupan esos altos cargos disten mucho de representar a la mujer costarricense trabajadora, madre con doble y hasta triple jornadas de trabajo.
Por ejemplo, actualmente el machismo se puso en jaque con la participación de una mujer para alcanzar la presidencia de la república y su consumación hasta llegar a dicho cargo.  Sin embargo, pese a este hecho, consideramos que Laura Chinchilla como presidenta de este país no reivindica las demandas de todas las mujeres costarricenses.  Por el contrario, la presidenta ha apostado por una serie de proyectos legislativos que tendrán  graves consecuencias para las mujeres, como los proyectos de reforma tributaria, el salario único.  También por proyectos políticos que deterioran la vida de las mujeres como el ataque a las instituciones públicas de salud, de educación, con proyectos que ponen en jaque los recursos naturales de nuestras comunidades.
Así, actualmente la presidenta ha continuado el camino de deterioro que el poder político masculino hegemónico ha venido promoviendo en los últimos años en nuestro país.  A esto se le suma, que en espacios donde podría incidir de manera positiva a favor de las mujeres, el gobierno no está haciendo nada: no se avanza en proyectos de educación sexual abierta en las aulas, la apuesta de un proyecto de fecundación in vitro apresurado que en mucho perjudica a las mujeres, maximizando el vínculo con la iglesia en vez de apostar por un estado laico que permita actuar políticamente en favor de las mujeres sin el permiso de una institución históricamente patriarcal.  Y planteando claramente, estar en contra del reconocimiento legal de las uniones de personas del mismo sexo.
A esto se le suma que los femicidios siguen a la orden del día. Actualmente dos tercios de los países cuentan con leyes específicas que penalizan la violencia doméstica, nuestro país es uno de estos, sin embargo este ha sido el único espacio para “afrontar” el tema, sin atender el  sufrimiento diario de la mujer por discriminación y violencia inaceptables, a menudo a manos de sus parejas o familiares, la trata de personas y el hostigamiento sexual tan sistemático en los espacios públicos.
La  violencia sexual sigue siendo usada de forma deliberada y sistemática para intimidar a las mujeres y comunidades enteras, y la forma de atender este tema sigue siendo siempre a favor del ofensor, valorando poco  la situación de las mujeres.
Se perpetúa la desigualdad en el acceso a la tierra y los derechos a la herencia continúan masculinizados, las mujeres campesinas se encuentran sin tierra, las grandes transnacionales continúan concentrando terreno y explotando a las mujeres de forma aguda.  Mientras tanto, los gobiernos y las leyes siguen promoviendo la inversión de capital extranjero en el país, y haciendo muy poco por atender y controlar los daños ambientales, la poca aplicación de la legislación  laboral,  sin afrontar además, el acoso sexual generalizado en todos los espacios de trabajo y estudio.
Las mujeres pasamos por el esfuerzo de equilibrar familia y profesión o trabajo remunerado cuando lo tenemos  y sufrimos por la ausencia de guarderías que impiden a las mujeres acceder a un trabajo remunerado, por falta de políticas que den prioridad al gasto público para la protección social, que asuman con políticas concretas la responsabilidad del Estado en el cuidado infantil, adultos mayores y personas enfermas o con alguna discapacidad que ameriten cuidado permanente el cual siempre  recae sobre las mujeres.
La desigualdad por género, afecta abrumadoramente a las mujeres particularmente en el área económica, esto de la mano con su inserción laboral inestable, acrecentando la feminización de la pobreza.  Si bien  cada vez más mujeres ingresan a la trabajo asalariado, estas ocupan los peores puestos, menos pagados, sin protección real de la legislación y normas laborales como pasa en la economía informal y el trabajo no remunerado “invisible” el trabajo domestico y el cuido de otros y otras.  De este modo la brecha entre hombre y mujeres conlleva a la pobreza que se refleja en muchas mujeres, aunado a esto, las políticas de ataque del gobierno contra la clase trabajadora agudizan aún más esta situación.
En todas las sociedades del mundo, las mujeres siguen ganando menos que los varones, aún realizando el mismo trabajo.  En Costa Rica claramente sucede lo mismo, y no existe una política clara para mejorar en general los salarios de la clase trabajadora, equiparando el de la mujer; por el contrario asistimos a condiciones aún más desventajosas, con aumentos salariales ridículos pese a las alzas en el costo de la vida.
Podemos afirmar, entonces que las mujeres en este país seguimos ganando menos que los hombres, por el desempeño de las mismas labores. Según el INEC (Román y Morales, 2009, con datos del EHPM del INEC) para el año 2009, esta hasta brecha alcanzó hasta un 39% en ramas como las de la manufactura. A pesar de la legislación existente, no existen controles y sanciones efectivas al respecto. Si conjugamos esta brecha salarial con la disminución de la cantidad y calidad de los servicios sociales a los que pueden acceder las mujeres trabajadoras, nos encontramos con una precarización de la calidad de vida de las mujeres y sus familias. 
Las políticas sociales “minimalistas” de este gobierno, de las cuales cada vez menos población es beneficiada, aunado al “castigo” al que somos sometidas las mujeres en la empresa privada por nuestras obligaciones familiares (matrimonio, maternidad y cuido), lanzan a las mujeres a engrosar los índices de desempleo (la tasa de desempleo abierto para las mujeres en el 2009 alcanzó el 9,9%) y de subempleo (para el 2008 la tasa de subempleo visible de las mujeres llegó al 6,6%), colocándolas en situaciones en donde nuevamente, a pesar de la legislación existente, sus derechos laborales son atropellados y neutralizados a cambios de “un plato de comida”.
En su campaña política, uno de los programas que más enfatizó la presidenta de la República Laura Chinchilla, fueron las redes de cuido. Dos años después de haber iniciado su gobierno aún no es mucho lo que se ha avanzado, y según los expertos esto se ha presentado por lo difícil que ha sido coincidir en las visiones.
Y por último, contestar ¿Cuáles son hoy nuestras demandas?
Claramente, todo lo señalado anteriormente evidencia  nuestro descontento sobre la realidad de la mujer.  Estamos aquí, representando a distintos y diversos sectores, para denunciar todas juntas nuestro repudio a esta situación.
Nos hemos puesto de pie frente a la Asamblea Legislativa para recordar que las leyes que ustedes firman y aprueban en estos espacios, no cuentan con representación ni participación de las mujeres que enfrentamos la realidad señalada.  Estamos aquí para denunciar que el camino de la legislación avanza en el tema de la equidad, pero solo en el espacio formal y muy escasamente en la vida cotidiana real.
Denunciamos la forma en que se utiliza electoralmente la aprobación de leyes para acercarse al voto femenino, pero estas políticas que aprueban hoy, son de las primeras en desaparecer en periodos de crisis o con los cambios de gobierno.
En el caso de proyectos que nos atañen exigimos de manera concreta:
·         Destinar  el presupuesto necesario para fortalecer tanto los modelos de atención y gestión ya existentes en los diferentes proyectos, sobre redes de cuido, para, crear nuevos programas en diferentes lugares del país donde se requiera concretar  las acciones propuestas. Asimismo, ampliar el horario de atención de acuerdo con las jornadas laborales de las mujeres trabajadoras, asimismo  que la edad de cuido sea hasta los 12 años.  Esto considerando la situación de inseguridad que vive el país y la falta de estabilidad emocional y física en estas edades, por lo que se hace necesario brindarles seguridad y cuido para tranquilidad de la madre trabajadora,  que tiene derecho a desarrollarse integralmente tanto en la vida pública como laboral.
·         Continuar trabajando con la plataforma ya existente de CEN-CINAI y los Programas Hogares Comunitarios, dirigidos por Madres Comunitarias, fortaleciendo la infraestructura de estos lugares, como la capacitación continua del personal que ya están atendiendo niños y niñas tanto en la estimulación temprana de la población infantil de  cuatro meses a seis años, así como  la de siete a doce años. Resulta urgente que estos lugares no sean simplemente centros de alimentación y hacinamiento, sino de aprendizaje y esparcimiento, en aras de proporcionar una mejor calidad de vida y un mejor futuro a la niñez costarricense.
·         Maximizar  la eficiencia y la sensibilidad a favor de la mujer para atender las denuncias  de acoso y hostigamiento  sexual en el trabajo y estudio, así como, el acoso laboral por motivos de género. Resulta urgente  mayor  sensibilización para atender las situaciones de violencia y discriminación basada en  género, exigiendo la aplicación de la reforma a la Ley Contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia en todas las instituciones públicas y privadas del país.
·         Detener la depredación ambiental fomentada a través de los proyectos de pesca de arrastre, del PH Diquis, de Minería, de Exploración Petrolera que contaminan nuestras comunidades y ponen en jaque el futuro de los ecosistemas y por ende de la vida misma.
·         Detener el  proyecto de reforma tributaria que afecta a la clase baja y media del país, pero que especialmente traería serias consecuencias para las familias lideradas por mujeres.
·         Garantizar aumentos salariales acordes al alto costo de la vida, y equiparación del salario de las mujeres.
·         Financiar, de forma adecuada, a  las instituciones públicas que aseguran acceso a la salud y a la educación.  Así también, garantizar que dichas instancias promuevan un concepto de salud sexual y reproductiva acorde con la realidad de las mujeres costarricenses, donde contemos con herramientas para decidir sobre nuestros cuerpos, con acceso a los medios para protegernos y ejercer nuestras propias decisiones.
·         En materia de derechos sexuales y derechos reproductivos exigimos al Estado que cumpla con las recomendaciones hechas en 2011 por el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Específicamente pedimos: La asignación de recursos para la inmediata ejecución de la Política Nacional de Sexualidad, la aprobación de un proyecto de ley que permita y regule la técnica de la Fertilización In Vitro, la implementación de programas de salud sexual y reproductiva que contemplen espacios de consejería y faciliten el acceso a la oferta tecnológica anticonceptiva más moderna, incluyendo la anticoncepción de emergencia; la aprobación inmediata de una Guía de Atención para la Interrupción Terapéutica del Embarazo y la ejecución de los tan prometidos programas de educación integral para la sexualidad
·         Garantizar un proyecto de educación sexual laica en escuelas y colegios que incluya la  sensibilidad de género. En ese sentido, demandamos un Estado laico.
Finalmente, advertimos, que el camino de dominación hegemónica a través del ejercicio político que ustedes realizan NO NOS CONVENCE, NO NOS REPRESENTA , NO NOS RESPETA.  Que las mujeres estamos cansadas de sus palabras y demandamos acciones que acuerpen nuestras verdaderas necesidades.
Consideramos que habiendo reflexionado sobre la historia de las mujeres, nuestro mejor camino para seguir luchando es organizarnos, a eso asistimos, esta acción es muestra de ello, señalamos que este es el camino que seguiremos para confrontar cada acción que nos violente y nos afecte.
Atentamente,
Antonieta Villalobos Calvo
Secretaria de la Mujer - Central General de Trabajadores
Lidia Cambronero
Secretaria de la Mujer - Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Costa Rica
Adriana Salazar
Secretaria de la Mujer - Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional

Yuri Alfaro
Vicepresidenta  -Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica
Karen Barrantes
Comisión de Mujeres - Partido Revolucionario de las y los Trabajadores

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