- · Fuera manos del imperialismo gringo de Venezuela
- · No a la capitulación de Maduro a la derecha en la Conferencia de Paz
Los acontecimientos ocurridos en
Venezuela durante las últimas semanas han evidenciado que un sector de derecha
recalcitrante, encabezado por Leopoldo López y María Corina Machado, procura
desestabilizar el gobierno de Maduro e imponer una salida que favorezca
abiertamente los intereses de las grandes empresas y del imperialismo
norteamericano. Las acciones callejeras de la derecha no han generado un golpe
militar, no porque no lo quieran, sino porque no hay condiciones en este
momento, pero están procurando construirlas. Por eso, no es de extrañar que
exista un estrecho vínculo entre el
liderazgo de la derecha y el gran capital estadounidense que pugna por
recuperar el control de un país estratégico, por la gran cantidad de minerales
que posee y por sus enormes yacimientos de petróleo; sobre todo, tomando en
cuenta los reveses que ha tenido la potencia imperialista para mantener su
control de las fuentes de hidrocarburos en Medio Oriente y Asia Menor.
Estados Unidos procura someter con más pesadas cadenas a América
Latina, a través del impulso de tratados de libre comercio, como el NAFTA, el
TLC con Centroamérica y el Acuerdo Transpacífico, entre otras muchas
iniciativas. Estados Unidos ha
intervenido militarmente en América Latina de manera directa decenas de veces,
pero también, en múltiples ocasiones, el gobierno estadounidense ha intervenido
en los asuntos internos de los países latinoamericanos de manera subrepticia,
para desestabilizar gobiernos que no le simpatizan o para lograr objetivos
geoestratégicos. Por ejemplo, en 1973 impulsa el golpe de estado contra
Salvador Allende en Chile y en 1976 colabora con el golpe que coloca la
dictadura de Videla en Argentina. Entre 1975 y 1980 impulsa el Plan Condor,
plan de coordinación entre las dictaduras del cono sur para seguir, vigilar,
encarcelar, torturar, asesinar y desaparecer a personas consideradas
“subversivas”; el Plan Condor se
convirtió en una organización clandestina internacional para implementar el
terrorismo de estado y permitió el asesinato y desaparición de decenas de miles
de personas, muchas de ellas militantes de izquierda o miembros de las
organizaciones sindicales.
Debemos unir nuestra voz contra
la intervención gringa, ya sea directa o indirecta, en contra del gobierno
venezolano. Pero insistimos que esta crisis no se puede resolver ni fortaleciendo los aparatos represivos
estatales, ni pactando con los sectores golpistas. Solamente se puede detener
al golpismo y al imperialismo con una organización y movilización independiente
de las trabajadoras y los trabajadores; que pueda enfrentar, las tentativas
golpistas de la derecha venezolana y del gobierno estadounidense en las calles
y, de ser necesario, con las armas en la mano; pero que al mismo tiempo pueda
exigirle a Maduro un programa anticapitalista: que garantice la democracia
obrera y popular, el aumento salarial para que las familias puedan cubrir el
costo de la canasta básica, la nacionalización definitiva, sin indemnizaciones
ni empresas mixtas, de las empresas petroleras, la nacionalización de la banca
y el comercio exterior y la suspensión
del pago de la deuda externa; entre otras medidas.
En ese sentido, desde el PRT denunciamos que la Conferencia de Paz
convocada por el presidente Maduro implica en sí misma un peligro para el movimiento obrero y popular, pues su
interlocutor fundamental es la gran cúpula empresarial de FEDECAMARAS. De modo
que mientras un sector de la derecha presiona mediante acciones callejeras
llamadas guarimbas, atacando edificios gubernamentales y colocando alambres de
púas en las calles, otro sector de la derecha pretende recoger los frutos de
manera concertada, en la mesa de negociación.
Hacemos nuestras las palabras del compañero Roberto López Sánchez, al
advertir que: “Todas las crisis
políticas se resuelven, mientras no derroquen al gobierno constituido, por
medio de mayor represión o mayor apertura política. En nuestro caso, el
gobierno apuesta a la apertura política, pero la orienta exclusivamente a una
apertura con el enemigo de clase, una apertura hacia Fedecámaras, hacia las
fuerzas políticas y empresariales opositoras, y hacia el propio gobierno
estadounidense”.
“(…) el hecho que Lorenzo Mendoza
sea el principal protagonista de esa mesa de paz significa un cuestionamiento a
todo el plan económico que diseñara y ejecutara el presidente Chávez en los
últimos 10 años. La estrategia de Chávez fue acorralar al Grupo de Empresas
Polar, y desarrollar un tejido de empresas estatales que fueran asumiendo
progresivamente la producción alimenticia en el país. Para ello fueron
expropiadas y recuperadas una serie de empresas que pasaron a propiedad del
estado, productoras de leche, café, aceite, azúcar, sardinas y otros rubros
alimenticios principales. Luego de más de diez años de ejecución del plan en
pro de la soberanía alimentaria de Venezuela, resulta que el gobierno se ve
obligado a sentarse en la mesa con quien Chávez consideraba su archienemigo,
con el mismísimo Lorenzo Mendoza, y negociar con él la problemática de aguda escasez
que atraviesa el país."
“(…) la alternativa hoy planteada no puede ser más desesperanzadora. Las
medidas que pueden surgir de la conferencia de paz, con el grupo Polar y
Fedecámaras como protagonistas, terminarán favoreciendo a la burguesía criolla
y extranjera, y no necesariamente resolverán el problema de la escasez y la
inflación que golpean muy duro a las clases populares. El gobierno da varios
pasos atrás, sin preocuparse por reunir fuerzas para que ese retroceso no se
transforme en caída aparatosa”. (Lorenzo Mendoza va a Miraflores a cobrar elfruto de las guarimbas ¿Pacto por la Paz o Entrega de la Revolución?)
Llamamos a Los sindicatos, organizaciones campesinas, de mujeres y barriales, a organizar un Encuentro amplio
y democrático que levante un programa y una movilización independiente, para
derrotar a la derecha e imponer medidas en defensa del consumo popular y la
soberanía alimentaria, exigiendo la expropiación de los especuladores y acaparadores
burgueses, que son responsables del incremento de las penurias económicas del
pueblo.
Comité Ejecutivo
Partido Revolucionario de
las y los Trabajadores (PRT)
San José, Costa Rica - 5 de marzo del 2014
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