- Ante la segunda ronda, las mujeres no tenemos por quién votar
- En el día de la mujer trabajadora hagamos escuchar para combatir la discriminación y el machismo
Por
Dayan Cruz, de la Juventud Revolucionaria
Con la segunda ronda electoral, el
conservadurismo se fortalece reencarnado en las figuras de Araya (PLN) y Solís
(PAC), quienes afianzan su oposición ante las consignas democráticas de grupos
feministas y de la diversidad sexual, volviendo su mirada hacia el “voto
conservador” para proclamarse como ganadores definitivos en las elecciones del
6 de abril. Desde el PRT proponemos que el próximo 8 de marzo, el Día
Internacional de la Mujer Trabajadora, sea una jornada de lucha en las calles
por nuestros derechos sexuales y reproductivos, buscando una salida a la
discriminación y la opresión patriarcal.
Los
2 candidatos a la caza de votos conservadores
En la búsqueda del voto conservador, los
candidatos se han reunido con diferentes sectores religiosos, entre ellos la
Iglesia Católica, que se suma al baile electoral con mucha fuerza.
Por un lado, Araya se confesó ante la
Conferencia Episcopal el pasado 12 de febrero, prescindiendo de la amplia lista
de pecados que carga sobre sus hombros, el candidato liberacionista enfatizó en
las “virtudes” de un hombre “defensor de
la vida y de la familia costarricense”. En dicha reunión solicitó a los obispos
su bendición, como tratándose de un mensaje a los cuatro vientos sobre su postura,
igual de conservadora que la de Laura Chinchilla, la “Hija predilecta de La
Negrita”.
Por otro lado, el otro candidato, Luis
Guillermo Solís, se reunió con los máximos representantes del Catolicismo e
incluso asistió al encuentro con la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium,
más conocida como el plan de trabajo del Papa Francisco. Dando muestras de que
en un eventual gobierno del PAC buscará promover las posiciones franciscanas
que se supone “respetan” a la comunidad LGBTTI, a las mujeres que exigen el
derecho a decidir sobre su propio cuerpo y ejercicio de la maternidad, pero que
en la práctica niegan completamente las demandas de estos grupos sociales.
Es claro que los grupos católicos buscan
afianzar las posiciones contra la interrupción del embarazo, el matrimonio
igualitario, el Estado Laico y la fertilización in vitro, apelando al discurso
“pro- vida-familia- Dios” y para fortalecer su influencia en el próximo
gobierno.
Fecundación
In Vitro: Calladitos más bonitos
Tanto en el PAC como en el PLN reafirman
su oposición a la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo y
al matrimonio igualitario, esclareciendo sus líneas de campaña más retrogradas
en materia de género.
En cuanto a la Fertilización In Vitro -
FIV, en los hechos se demuestra su incosistencia discursiva, ya que en su plan
de gobierno sostienen que garantizarán la “aplicación de la legislación
aprobada para la FIV y garantizar el servicio por la CCSS”. Sin embargo, la Asamblea Legisltiva
(incluyendo diputadas/os del PAC) evadió la solicitud de la Comisión
Interamerica de Derechos Humanos, que debía aprobar el proyecto de la FIV,
exponiendo al país a sanciones económicas.
Ambos
candidatos hacen las del avestruz, ocultándose ante la realidad del aborto
Araya señala su oposición al aborto por
libre decisión de la mujer, aunque avala el aborto en casos de violación, pero
admite que no tiene intención de realizar una reforma legal. En otras palabras,
en un eventual gobierno liberacionista no se impulsaría siquiera que la ley se
cumpla tal cual está estipulada, ni tampoco habría voluntad política para
realizar reformas de algún tipo.
Por su parte, el PAC reniega de la consigna feminista que demanda
la despenalización del aborto, planteando su posición a favor de la interrupción
del embarazo, solo en casos específicos como la violación, lo cual no es nada
nuevo, porque actualmente existe una legislación que aprueba el aborto en
ciertas condiciones traumáticas.
Es grave que ambos postulantes NO DEN
NINGUNA SALIDA, cierran los ojos y se cruzan de brazos ante los más de 30 mil
abortos clandestinos que se dan hoy bajo condiciones insalubres. Todo lo
anterior se ha traducido en riesgos para miles de mujeres, pese a que Costa
Rica en su legislación permite la interrupción del embarazo en casos
específicos de malformaciones fetales y peligro de vida de la mujer. Actualmente
la falta de aplicación de la ley que avala el aborto terapéutico es un aspecto
que los aspirantes a la presidencia omiten, se enfocan en esquivar los señalamientos
de grupos feministas y en agradar a los conservadores que insisten en mezclar
la defensa de la vida con la decisión de la mujer de ejercer un derecho sobre
su cuerpo.
¿Y
los derechos igualitarios?
El PAC de Solís NO es un partido
progresivo en materia de género, no apoya iniciativas populares que buscan la equiparación de los derechos como el matrimonio igualitario, apoyando
proyectos legislativos “tibios” que condicionan y limitan los derechos a la
comunidad LBGTTI, aduciendo que buscaran el “reconocimiento y respeto de los
derechos patrimoniales y personales de
las parejas del mismo sexo como derechos sucesorìos, al aseguramiento y a
visitas médicas”.
El liberacionista declara que “el matrimonio es la base de la familia” para
justificar su oposición al proyecto de matrimonio igualitario impulsado por el
FDI (Frente de Derechos Igualitarios), aunque afirma que a la comunidad LGBTTI
se le deben otorgar ciertos derechos. Con esta frase manifiesta que levanta la
bandera de la defensa de la familia tradicional costarricense, nuclear y
heterosexual. Sin embargo, al candidato se le olvida que actualmente crece el
número de hogares jefados por mujeres y residen cientos de familias migrantes.
Este
8 de marzo protestaremos contra estos candidatos que nos invisibilizan
Enfatizamos que el debate sobre
género, ha retomado, aunque
solapadamente, aspectos importantes como: la violencia contra las mujeres, la
feminización de la pobreza, el desempleo femenino, la precariedad de las
condiciones de trabajo para las mujeres, trabajo doméstico y la inequidad salarial, pero los abordajes han
sido limitados y las soluciones vacías.En muchos temas, los candidatos logran
coincidir, dando señales que evidencian que sus agrupaciones no son tan
distintas como dicen, y que el cambio que prometen, no es más que demagogia.
Ante la segunda ronda, el circo
electoral y el conservadurismo cierra filas contra las mujeres como sujetos
sociales, de lucha y de participación política. Por tanto, frente a la defensa
de los derechos y la incesante lucha por la igualdad de las mujeres causa mayor
resonancia la imperiosa necesidad de conformar un Frente Único de Izquierda que
integre y defienda las posiciones feministas y diversas.
Queda demostrado que la única opción
para garantizar las demandas democráticas es la acción común en las calles para
hacernos escuchar. Por esta razón, en la segunda ronda, las mujeres y las
comunidades LGBTTI, no tenemos por quien votar, no tenemos un partido que logre
reflejar nuestros intereses, pues han logrado tergiversar nuestras posiciones
de lucha y nuestras demandas.
¡El próximo 8 de marzo nos vemos en las
calles!
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