NO PERMITAMOS UNA TRAICIÓN MÁS DE LOS RECTORES
Por Manuel Sandoval Coto
Tengo una vida de atravesar la UCR para ir a clases o a San Pedro. He sido testigo por eso de la destrucción progresiva de las áreas verdes (que le daban un ambiente muy especial a la Universidad) para llenarla de edificios. Lo curioso es que de la época en que ingresé por primera vez (hace medio siglo) a hoy, el número de edificios se ha duplicado y el de estudiantes permanece casi igual. Al no dar facilidades de estudio para los jóvenes que trabajan, las autoridades de las universidades públicas permitieron conscientemente el desarrollo de las universidades privadas y no por nada exrectores de la UCR o la UNED son hoy día rectores de universidades privadas.
¿Por qué entonces, si el número de estudiantes no ha crecido significativamente, en los últimos años la sede Rodrigo Facio se ha llenado de construcciones de utilidad muy cuestionable y de fuentes, calzadas y esculturas que denotan derroche de recursos?
Es evidente que ha habido una mala administración del dinero por parte de las autoridades universitarias – y uno tiene derecho a preguntarse si no hay algún empresario del tipo de Juan Carlos Bolaños al que le calienta el sol por aquí. Lamentablemente, ni el SINDEU ni los estudiantes ni los docentes han sido suficientemente críticos ante este “boom” de la construcción, que se disparó con el empréstito del Banco Mundial a las universidades públicas. Las universidades estatales tenían necesidades de infraestructura, pero sobre todo en las sedes regionales, donde la población estudiantil tiende a crecer más. Aquí el rezago se mantiene, pese a las construcciones nuevas que se están haciendo.
Para el año entrante, las autoridades de las universidades públicas tenían presupuestados 90 000 millones de colones para equipos y edificios, financiados al margen de los fondos que el Estado transfiere a las universidades para su funcionamiento corriente (FEES). (Tenemos entendido que todavía quedan fondos del préstamo del Banco Mundial y que hay dinero de otras fuentes).
La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, forzó a los rectores, sin embargo, a aceptar que del FEES se gastarían 70 000 millones en equipos y edificios. Violando la autonomía universitaria, la tipa quiere obligar a que se cierren carreras, se despidan interinos y se eliminen las becas.
Estamos ante una verdadera locura: gastar en edificios 70 000 millones de colones de la plata del FEES (aparte de los 90 000 que ya tenían presupuestados los rectores), con el resultado de que las universidades no podrían seguir funcionando “normalmente” y habría una expulsión masiva de estudiantes.
En la lógica del gobierno, sin embargo, es un gasto que ayuda a “reactivar” la economía, aunque al final habrían edificios vacíos.
La comunidad universitaria no puede esperar sino traiciones de los rectores, Primero firmaron el “ajuste” de 70 000 millones con la Ministra y ahora negociaron con los diputados rebajarlo a 35 000 millones a sabiendas de que esta suma sigue siendo un golpe mortal a las universidades.
Estudiantes, docentes y administrativos de la UCR, la UNA, el TEC, la UNED y la UTN deben movilizarse con total independencia de las autoridades universitarias, a la manera en que lo están haciendo los estudiantes chilenos, y apelar a la solidaridad del pueblo y los estudiantes de Secundaria.
NO SE PUEDE ACEPTAR QUE NI UN CINCO DEL FEES SE DESTINE PARA CONSTRUIR EDIFICIOS
EL FEES ES UN PRESUPUESTO INSUFICIENTE, NO SE PUEDE PERMITIR QUE LO RECORTEN MÁS
HAY QUE SEGUIR EL EJEMPLO DE LOS ESTUDIANTES DE CHILE
ASAMBLEAS DEMOCRÁTICAS PARA DECIDIR SOBRE LA LUCHA Y MOVILIZACIÓN EN LAS CALLES
¡ABAJO LA SÁTRAPA ROCÍO AGUILAR!
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